Silicon Valley Bank (SVB), una institución bancaria basada en California con activos por 209 mil millones de dólares (mdd), fue asegurada por autoridades regulatorias por un tema de insolvencia hace dos meses. Signature Bank, institución bancaria con 110 mil mdd en activos basada en Nueva York, también fue asegurada por reguladores un par de días después debido a un tema similar.
Y no era para menos. Después de uno de los ciclos de política monetaria más restrictivos que ha enfrentado la economía norteamericana en la historia reciente (con un incremento de más de 500 puntos base en la tasa de interés de referencia de marzo de 2022 a la fecha), el precio de los instrumentos de deuda (que es inversamente proporcional al nivel de tasas) se desplomó. De acuerdo con información de la Corporación Federal del Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), al cierre del cuarto trimestre de 2022 se estimaban cerca de 620 mil mdd en pérdidas no realizadas debido al incremento en las tasas de interés.
La turbulencia en el sector bancario se estabilizó después de la pronta reacción de las autoridades financieras, mismas que respaldaron la totalidad de los recursos de los ahorradores norteamericanos y lanzaron el programa emergente de recompras de bonos denominado Bank Term Funding Program. A pesar de las críticas ante un incremento en el balance de activos del Banco Central debido a este programa (movimiento contrario a la reducción que inició el año pasado para contener el avance de la inflación), la tranquilidad parecía volver a los mercados. “El sistema bancario norteamericano es sólido y resistente”, de acuerdo con los más recientes comunicados de la Fed.
Pero apenas el pasado lunes primero de mayo cayó un tercer banco regional. First Republic, basado en San Francisco y con 212 mil mdd en activos (3 mil mdd más que SVB), fue asegurado por autoridades regulatorias por problemas de solvencia y vendido a JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos medido por el tamaño de sus activos (3 mil 202 mdd o 3.2 billones de USD).
¿Caerán más bancos regionales? Puede ser. ¿Los bancos con el mayor número de activos, además de JPMorgan (Bank of America, Citibank y Wells Fargo de acuerdo con información de la Fed), comprarán a los bancos pequeños o medianos que enfrenten problemas de solvencia? No se descarta. Principalmente si el programa de respaldo de las autoridades financieras no permite obtener una solución efectiva y duradera.
Por otra parte, tampoco es un momento idóneo para los bancos grandes, ya que la economía registra una contracción del crédito debido al repentino repunte en las medidas de riesgo, la tasa de morosidad ha aumentado en el caso de algunos productos financieros y la Fed no ha asegurado, ni en comunicados oficiales ni a través de sus principales representantes, que la tasa de interés de referencia dejará de subir.
Y tampoco va a bajar. Menos con una inflación subyacente que enfrenta una fuerte dificultad a la baja, con datos de empleo que todavía sorprenden al alza (principalmente el reportado la semana pasada), así como incertidumbre en cuanto al tamaño de la desaceleración, o incluso caída, de la economía de Estados Unidos si es que ésta efectivamente ocurre.
Por ahora no detectamos instituciones de importancia sistémica que puedan caer en insolvencia, sobre todo si cumplen cabalmente con los requerimientos de Basilea III y otras disposiciones que surgieron a raíz de la crisis financiera de 2008. El problema sería la quiebra de más bancos regionales. Los precios de las acciones de algunos de ellos han presentado francos declives en días recientes.
Son los bancos más pequeños los que podrían enfrentar problemas de solvencia por fuertes minusvalías en sus portafolios de deuda, pérdida de recursos por el desplazamiento de depósitos hacia bancos más grandes y menores ingresos por una contracción del crédito. La situación podría agravarse si no se registra un descenso de la inflación hacia el objetivo de 2.0 por ciento que eventualmente se traduzca en menores tasas de interés. Menores tasas que generen una revaluación de los instrumentos de renta fija y den un respiro a los estresados portafolios de los bancos.
De nuevo … el problema de la banca regional.
El autor es economista en jefe de Invex.