Ricardo Salinas Pliego

Diez años

El columnista escribe un texto para los lectores con motivo de los diez años de su blog y uno de ser columnista en El Financiero.

Quiero compartir con los lectores de El Financiero que hace diez años empecé a publicar mi blog, un espacio para compartir ideas y mis puntos de vista sobre diversos temas como negocios, economía, educación, ciencia y muchos otros, con el único objetivo de provocar la reflexión y motivar un cambio cultural que destierre ideas y hábitos que corroen nuestras posibilidades de desarrollo. El año pasado este diario me abrió sus puertas para publicar esta columna, lo que agradezco profundamente.

Los lectores de El Financiero saben que una responsabilidad fundamental como ciudadanos es cuestionarlo todo, imaginar un mejor futuro y después buscar la forma de llegar a él. Muchos de los conceptos culturales e instituciones fallidas que tienden a llevarnos al fracaso surgieron desde antes de la conquista, se consolidaron durante la Colonia y se reforzaron a lo largo de varios siglos, contaminando la mente y restringiendo el bienestar de los mexicanos. Hoy necesitamos una mirada fresca hacia el futuro para desterrar ideas premodernas.

En un entorno cada vez más complejo, no podemos ser conformistas, debemos romper paradigmas y aspirar siempre a ser mejores. Éste es el espíritu que impulsa a mi blog y a esta columna, porque estoy convencido de que el cambio es posible y necesario. Así lo prueban los últimos 25 años en los que México ha logrado una gran transformación, principalmente en el ámbito de las libertades. Pero no debemos conformarnos porque siempre existe el riesgo de retroceder en el camino avanzado.

El tema de la libertad ocupa un lugar especial en mis escritos y conferencias. Con frecuencia he expresado la necesidad de promoverla y defenderla en todos los ámbitos ante las constantes amenazas por limitarla.

Creo que una de las libertades fundamentales y, paradójicamente, una de las más despreciadas por la clase política, es la libertad económica. Sin embargo, debemos reconocer que la apertura comercial ha sido uno de los grandes aciertos que ha tenido nuestro país porque ha permitido el fortalecimiento de la competitividad en diferentes industrias, disminuyendo la dependencia tradicional de nuestra economía a las exportaciones de petróleo y mejorando las posibilidades de bienestar de la población.

Por otro lado, también debemos defender la libertad de comercio que hace posible que los consumidores puedan elegir el producto o servicio que deseen, en las condiciones que mejor les convenga, sin intervención del gobierno o la interferencia de monopolios o cabilderos de la industria. Es fundamental velar por el bienestar y libertad de elección del consumidor.

A lo largo de una década he compartido mis puntos de vista sobre distintos temas y eventos: desde la Gran Recesión de 2008 hasta las tendencias inevitables que dominarán al mundo en los próximos 30 años y frente a las cuales debemos estar preparados.

En mis textos he abordado en diversas ocasiones la relación mutuamente estratégica de nuestro país con Estados Unidos, enfatizando la necesidad de tender puentes para alcanzar una verdadera prosperidad compartida.

Asuntos tan diversos como el gasto gubernamental, la rentabilidad social de las microfinanzas, la necesidad de abordar la pobreza desde otro ángulo, los prejuicios en torno a la riqueza y el dinero, también han sido motivo de atención en mi blog.

Naturalmente, uno de mis temas favoritos es el de los negocios y las políticas públicas que se requieren para impulsarlos —y que resumo en una frase, "mucho ayuda el que no estorba"—. Sobre los asuntos empresariales he compartido una gran cantidad de entradas, destacando sin duda en número de lectores mis "diez reglas fundamentales para tener éxito en los negocios", con casi 140,000 visitas.

Tampoco han faltado las reflexiones motivadas por libros interesantes, incluyendo algunos que he leído por recomendación de mis amables lectores. Obras clásicas de historia, tendencias tecnológicas, economía, política y muchas otras de las que seguiré compartiendo mis puntos de vista. En estos diez años, he publicado 320 entradas, que han recibido 4.5 millones de visitas con 10,500 comentarios, que procuro leer en su totalidad. Asimismo, publicar en este diario me ha permitido ampliar considerablemente mi universo de lectores.

El décimo aniversario de mi blog es un buen momento para agradecer a todas las personas que participan en mi blog y en esta columna, especialmente a quienes comparten las entradas en las redes sociales y a quienes me envían sus comentarios, ya sea en mi blog o en la versión electrónica de este diario. Aprecio cada uno de sus comentarios porque, aún si no coinciden con mis puntos de vista, enriquecen el intercambio de ideas, un ejercicio fundamental para edificar una sociedad moderna.

La participación de mis lectores me anima a mantener este esfuerzo porque estoy convencido de que juntos podemos generar un cambio cultural que construya el camino para un mejor futuro.

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