Rincon Del Experto

Estímulos a la gasolina y mercados financieros (II)

El reciente estímulo a la gasolina de bajo octanaje es un costo para el gobierno que reduce la recaudación y sin mayor deuda e impuestos, o menor gasto, como contrapeso, el déficit fiscal crece.

Juan Carlos Alderete, CFA; economista Senior para México de Grupo Financiero Banorte*

La semana pasada, en este espacio escribí sobre la reintroducción del estímulo al precio de la gasolina (Estímulos a la gasolina y mercados financieros (I), 13/mar/19). En esta ocasión mencionaré algunos de los efectos que podría tener en variables muy relevantes para los mercados financieros.

En primer lugar, el techo implícito del precio en la gasolina de bajo octanaje ayudaría a reducir la inflación. Con una ponderación en el índice general de 5.4 por ciento, el aumento de 18.5 por ciento del precio de este bien en 2018 explicó 0.87 puntos del 4.83 por ciento de inflación anual. En contraste, con un precio real constante -entre otros factores-, estimamos que la inflación baje a 3.50 por ciento al cierre de 2019, contribuyendo sólo alrededor de un tercio respecto al año pasado. De materializarse, esta cifra estaría más cerca del objetivo de Banxico, lo que podría convencerlo a reducir la tasa de referencia. En los mercados, uno de los mayores beneficiarios han sido instrumentos de renta fija de corto plazo en pesos, como Cetes, Bonos M y algunos papeles corporativos. Económicamente, menores precios y tasas de corto plazo otorgan un mayor incentivo a consumir en vez de ahorrar.

No obstante, con el estímulo como un costo para el gobierno al reducir la recaudación y sin mayor deuda e impuestos, o menor gasto, como contrapeso, el déficit fiscal crece. Esto podría implicar un ajuste en la prima de riesgo, traduciéndose en mayores tasas de interés de largo plazo, más aún si se recortara la calificación crediticia, volviendo menos atractivas las condiciones de financiamiento para la inversión productiva. Una menor inversión afecta el potencial de crecimiento económico y sin éste, se reduce la capacidad de crear empleos y aumentar la productividad. En los mercados, esto último podría afectar los rendimientos esperados, sobre todo en renta variable, y por ende, la capacidad de crecimiento de las empresas.

Si bien este análisis no pretende ser exhaustivo, ejemplifica algunos de los efectos que la política del precio de la gasolina podría tener en los incentivos y en variables económicas y financieras clave. Además, pone de relieve su estrecha interrelación y la importancia del análisis cuidadoso de las políticas públicas, mismas que eventualmente influirán en el bienestar de la población.

*Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.

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