Por Iván Barona, Director de Inteligencia Comercial de GBM.
Supongamos que tenemos un frasco de cristal relleno de dulces, y por alguna razón, alguien nos ofrece un premio por adivinar cuántos dulces hay dentro de este.
En este sentido hay experimentos que apuntan a que un promedio de las estimaciones, anónimas, de un grupo de gente tendrá un mejor resultado. Dada la diversidad de opiniones, unos sobreestimarán y otros subestimarán, por lo que el error total tenderá a ser menor, o incluso nulo.
Otro experimento apunta a que, si las estimaciones se hacen públicas, el promedio tiene menor exactitud a que si se hace anónimo, y en este caso el sospechoso común suele ser caer en el anclaje (tendencia humana a confiar demasiado en información disponible).
El año pasado, a finales de enero, lanzamos una encuesta para recopilar los estimados de los usuarios de GBMhomebroker sobre los precios de algunas acciones del IPC, y poner a prueba esta Sabiduría de las Masas.
De entre las 10 empresas más grandes dentro del IPC, los usuarios que contestaron la encuesta proyectaron precios por arriba de lo observado para nueve de ellas.
Sobre estos precios promedios, la única que acabó arriba de su estimado fue Walmex. Llama la atención que este fue el estimado más atinado por parte de la muestra, con una desviación de tan solo 3.0 por ciento.
El siguiente estimado más cercano fue el de Femsa, donde la proyección se encontró 6 por ciento por arriba del precio de cierre de año.
Ahora, en promedio, las estimaciones estuvieron muy alejadas de los precios de cierre, como un 30 por ciento. Pareciera que las masas se equivocan, y pueden diferir, ¿por qué funcionaría este ejercicio con dulces en un frasco y no con precios de acciones?
Aquí va la hipótesis, identifico tres factores que hacen más preciso el estimado del frasco de dulces en el primer ejemplo: el dato es estático y objetivo, se premia la exactitud, y permanece anónima la estimación individual.
En el caso de los precios de las acciones vimos que: 1) la estimación es sobre un dato dinámico, incierto y producto de subjetividad, 2) puede haber conflicto de interés, pareciera que había un sesgo por proyectar precios más altos a los observados en ese momento, el 70 por ciento de las proyecciones adelantaban ganancias. 3) No había un anonimato pleno, dejando el anclaje como una posibilidad. Los participantes contaban con precios de mercado, estimados de analistas, entre otras fuentes, concentrando las estimaciones hacia los precios de ese momento.
Producto de este anclaje, optimismo, y de una caída del mercado de casi 19 por ciento de enero a diciembre, observamos esta diferencia contra nuestra hipótesis.