Cronopio

Entre el Excel y el lápiz

Jorge Zepeda Patterson confiesa que no sabe qué hará Claudia Sheinbaum para relevar el liderazgo del posobradorismo, ni cómo podría enfrentar la polarización del país.

En dos recientes textos, Jorge Zepeda Patterson hace un denodado esfuerzo por deconstruir, en el sentido filosófico del término, el perfil, la narrativa y el proyecto de su candidata Claudia Sheinbaum. Efectivamente, Zepeda deshace analíticamente a la candidata que fue, a la que todos vimos una y otra vez defendiendo lo indefendible, para crear, a días de la elección, la estructura de lo que le hubiera gustado que fuera.

La primera pieza tiene la clara intención de consolidar la percepción de que esta elección está resuelta –salvo “sorpresa abismal”, dice– y, al mismo tiempo, de tranquilizar a tomadores de decisiones de que Claudia Sheinbaum no será una imitación de López Obrador (El País, 26/05/2024).

Zepeda desliza, de hecho, que el discurso beligerante y el estilo autócrata de gobernar del Presidente fue un inteligente artilugio para implantar pacíficamente un modelo “peculiar” de distribución de la riqueza “sin quitarle a los de arriba y sin desestabilización”. El éxito de López Obrador es la construcción de una base social leal que resiste escándalos, fracasos y toda suerte de ineptitud, pero que, por lo mismo, permite la compleja combinación entre “derrama social” y “políticas macroeconómicas de corte conservador”. En castellano: los cimientos básicos del neoliberalismo se han salvado gracias a las dosis de populismo de AMLO.

Zepeda confiesa que no sabe qué hará Claudia Sheinbaum para relevar el liderazgo del posobradorismo, ni cómo podría enfrentar la polarización del país, el “ruido de la violencia” (sic), la militarización galopante o, cito, “el rompecabezas financiero para sostener la derrama social y el crecimiento”. Pero los mercados deben apostar por Claudia porque, simplemente, es la única que puede heredar la legitimidad del caudillo para mantener el precario equilibrio entre los intereses de las élites y las exigencias de las masas. Por el bien de todos, sólo Claudia.

La segunda es una no muy sutil amenaza a quienes no pensamos votar por Morena (Milenio, 28/05/2024) que podría frasearse así: “Tengan cuidado, fifís, con lo que desean”. Según Zepeda, con la decisión pragmática de nuestro voto por la continuidad, debemos agradecer a López Obrador que evitó la fragmentación de “miles de estallidos de comunidades, grupos vecinales, gremios y sindicatos, dispuestos a paralizar su entorno”. Quizá fue un gobierno “desordenado y atrabancado”, menos eficiente que los anteriores y que quedó muy lejos de resolver los agravios históricos de los más vulnerables. Pero, por primera vez en décadas, las “masas” tienen la “percepción”, “sienten”, que tienen al gobierno de su lado. A esos ciudadanos que no entendemos el dos más dos de la cuatro ‘T’ en cuanto a resultados, Zepeda nos zapea con una condescendiente reprimenda: la mañanera y el insulto belicoso del Presidente conjuró el riesgo de inestabilidad política y social. No se equivoquen: el obradorato es una calculada terapia política de control de la ira social. Por eso la alternancia es riesgosísima, amaga Zepeda. El país es un polvorín en seguridad y las finanzas públicas penden de alfileres. Las cosas pueden ir a peor. El dilema del “tercio más próspero” es muy simple: el dólar para el shopping a 16 pesos o sacar del “beneficio de la duda” al tigre social asosegado por el chasquido de los latigazos mañaneros. La ingobernabilidad o la dictadura.

Los textos pretenden dar forma a la candidata que nunca existió: tranquila, independiente, pragmática. Perfila la gobernante con “menos micrófono y más Excel” que, por cierto, brilló por su ausencia en la Ciudad de México. ¿Cuántos muertos se hubieran evitado en el covid con la sublevación intelectual de la académica ante la gestión criminal de Gatell? ¿Qué fórmula aritmética está detrás del desabasto y contaminación del agua, del aumento de los feminicidios o del subregistro de homicidios violentos? ¿Qué legitimidad social puede reivindicar quien es corresponsable, por silencio interesado, de 200 mil muertos, 100 mil desaparecidos y 50 millones de personas sin acceso a la salud?

Acuso recibo del consejo paternalista de Zepeda, pero prefiero todos los riesgos de la libertad y la falibilidad de la democracia a la restauración de la república simulada. Elijo el desparpajo, la rebeldía y la empatía de la ingeniera a la que no se le ha caído un edificio como empresaria ni se le ha muerto un niño como gobernante. A la que no necesita un Excel para calcular el dolor de la pobreza o las probabilidades de superarla. La Xóchitl que defenderá mi derecho de votar a los buenos gobernantes o de botar a los corruptos, mentirosos e ineptos. La Xóchitl que lleva el lápiz de la armonía en la oreja.

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