Rosario Guerra

A construir paridad

Rosario Guerra nos habla del acompañamiento que ha dado Mujeres en Plural a las legisladoras que promovieron los dictámenes que avalan la paridad en puestos públicos.

La Comisión Permanente debió ya declarar ayer constitucionales las reformas sobre Paridad. Para el martes 4, ya 22 Congresos Locales habían aprobado por unanimidad los dictámenes correspondientes. Se inicia un recorrido para materializarla. Lo primero será adecuar cerca de 35 leyes para concretar la vigencia de la paridad en Gabinetes, en Poder Judicial, en listas de partidos, en órganos autónomos y hay que concretarla en los municipios, con gradualidad y cuidado en comunidades indígenas. Todas estas adecuaciones deben concretarse antes de junio de 2020, a fin de que estén vigentes para las elecciones de 2021 y se vayan concretando conforme se elijan nuevas autoridades.

La Paridad va, pero hay que trabajar para concretarla. A fin de impedir impunidad contra ataques a mujeres en campañas, en la selección interna de partidos y frenar agresiones que les impiden gobernar, amenazas a su integridad y de su familia, los castigos que las obligan a renunciar a cargos directivos por aspirar a candidaturas, y muchas otras formas de discriminación y marginación que violentan sus derechos políticos, un segundo paso es emitir legislación contra la impunidad de estos actos, que protejan a las mujeres de la violencia política de género.

Mujeres en Plural, a la que pertenezco, ya trabaja en estos frentes apoyando a las legisladoras en aspectos técnicos, jurídicos y de instrumentación para concretar los avances ya plasmados en la Constitución. Hemos acompañado el proceso desde que se presentaron las iniciativas de Martha Lucía Micher y Kenya López, formado grupos de trabajo, de apoyo y acompañamiento. En Cámara de Diputados tanto Wendy Briseño como Miroslava Carrillo realizaron un trabajo profesional espléndido y se logró que en este periodo extraordinario se aprobaran las reformas constitucionales, labor en la acompañamos el proceso.

No se revertirá la paridad. Vanessa Rubio, Senadora, logró que su iniciativa para lograr paridad en los Consejos de Administración de Banca de Desarrollo se aprobara. Se publicó en DOF el martes 4. Por disposiciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial los partidos deben cumplir con la paridad en postulación de candidaturas a Congresos Locales, pero hay resistencias de los partidos, lo que llevó a una contradicción de tesis entre la SCJN y este Tribunal. Ayer la SCJN se pronunció a favor de la Paridad en los Congresos. Está pendiente otra contradicción de tesis relativa a la paridad en Presidencias Municipales, que la SCJN ya analizó y votó a favor, pero falta que el Ministro Pérez Dayán presente el engrose al pleno.

La ventaja es que, pese a resistencias que logramos vencer, ya el artículo 115 constitucional contiene la paridad en Presidencias Municipales, con lo cual iniciamos un camino sinuoso para hacerla realidad en la montaña, en las zonas marginadas, en comunidades alejadas donde el patriarcado se impone sin testigos, sin redes sociales o medios de comunicación. ONU señala que la incorporación de las mujeres al desarrollo aumenta la productividad y crece el PIB de las naciones.

Hay aún áreas donde no logramos impulsar la paridad, pero el proceso continúa y no se agota, porque para hacer realidad la igualdad, pilar de la democracia, vamos a seguir trabajando para abrir espacios y vencer resistencias. La tesis de que no hay mujeres capaces y preparadas es absurda. La matrícula en la UNAM registra más mujeres que varones, y muchas destacan más que sus compañeros. Ya muchas se han incorporado en empresas o servicio público, desempeñándose con profesionalismo y destacando en sus labores, pese a que aún realizan dobles jornadas por responsabilidades familiares y de crianza de hijos, temas en los cuales los jóvenes ya se han involucrado más en una nueva paternidad de mayor convivencia con los hijos, abandonando el solitario papel de proveedor.

Nuevas realidades, nuevos caminos, mayor igualdad, mayor compromiso, se abren posibilidades de contar con aportaciones de visiones diferentes sobre viejos problemas para resolverlos de mejor manera. Cierto que muchas veces quienes llegan a los cargos son esposas, hijas, parejas, de hombres empoderados, pero poco a poco ellas también toman su lugar para emprender sus nuevas responsabilidades y afianzar su presencia. Desarrollar su conciencia de género es reto que debemos enfrentar para que sean parte de este profundo cambio social.

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