Rosario Guerra

Estabilidad y crecimiento

Rosario Guerra indica que mantener el superávit primario en 2019 y ampliarlo en el próximo año, así como reducir endeudamiento son acciones responsables que ayudan a que la inversión privada, nacional y extranjera, pero esto aún depende de varios factores.

El informe de la SHCP sobre los pre-criterios de política económica para 2020 infundieron confianza a los mercados. Mantener el superávit primario en 2019 y ampliarlo en el próximo año, así como reducir endeudamiento son acciones responsables que ayudan a que la inversión privada, nacional y extranjera, puedan incrementarse y paliar los efectos negativos de un menor gasto público, con lo cual puede recuperarse la creación de empleos. Lograrlo aún depende de varios factores, pero el análisis de la SHCP ayuda a que las calificadoras mantengan un rango de inversión positivo.

Ante la caída de ingresos, resultado de una serie de medidas cuestionables, se temía no poder sostener el superávit primario. Se habló incluso de mayores recortes, aunque una de las causas del superávit es el bajo ritmo del ejercicio del presupuesto. El balance para 2020 es más radical en cuanto a su meta, lo que ayuda a calificadoras. La estabilidad macroeconómica es condición indispensable para el crecimiento, la inversión y el empleo. Hay otras variables importantes como la certeza jurídica, la seguridad pública, la vigencia del Estado de Derecho, la regulación, los tratados comerciales, hoy aún en negociación el norteamericano, que pesan en las condiciones que determinan la marcha de nuestro país, pero la estabilidad macroeconómica es crucial.

Cumplir las metas y anunciar su mejora en 2020 es sin duda una muy buena noticia. Penden amenazas sobre México ante la campaña de reelección de TRUMP, que arremete de nuevo para cerrar fronteras e incluso retirar el acuerdo T-MEC si no se cierra el paso a migrantes centroamericanos. Por oras razones, los demócratas, mayoría en la Casa de Representantes, también condicionan la aprobación del T-MEC a una reforma laboral que evite México obtenga ventajas salariales sobre sus socios. No es un tema sencillo y estamos a dos fuegos. Marcelo Ebrard se aplica a fondo.

En lo interno hay otros riesgos como inversiones cuestionadas en Dos Bocas y el Tren Maya, la monetarización de las ayudas sociales, recortes de gasto público y falta de definiciones para financiar infraestructura en todo el país, la falta de proyecto aeroportuario ante la suspensión del NAIM, el costo de la guerra contra el huachicol, la posición del gobierno frente a toma de vías de tren, por mencionar algunas. Así la buena noticia de que se mantiene el equilibrio macroeconómico, choca con la realidad de crecimientos moderados. Este año se estima 1.5 % y quizá un 2% en 2020, en términos ponderados. Difícil lograr el 4% prometido por AMLO.

El Presidente, sin contradecir abiertamente a Carlos Urzúa y su equipo, señala que el informe es prudente y conservador, lo que atribuye a que no se quiere contradecir a BANXICO, lo cual es absurdo. Sin ningún sustento o base, más allá del voluntarismo, AMLO insiste en que en 2019 creceremos al 2% y en 2020 al 3% y lo asume como compromiso. Revertir riesgos para un mayor crecimiento es posible y requiere de la voluntad presidencial. Sería muy conveniente que AMLO tratara de entender cómo funciona la economía. Tomarse un tiempo para la reflexión, para la lectura de informes, sacrificando un poco la euforia y la frenética agenda mediática.

Tomar decisiones adecuadas mucho ayudaría a recuperar empleo, inversión y crecimiento. Evaluar en PEMEX qué criterios aplicar para hacer más rentable la empresa es necesario. Dos Bocas no cuenta con infraestructura carretera, ferroviaria, gasoductos y está lejos de ser centro de abastecimiento rentable, aunque Tabasco sea su tierra natal. Explorar y extraer petróleo es más rentable. El Tren Maya, único circular que se haya propuesto, sin conexiones, sin suficientes usuarios, de construirse requerirá de recursos públicos que subsidien su operación. Ni con carga se estima sea rentable.

Pero más allá de estos proyectos, México necesita infraestructura, se ha detenido la ampliación de la carretera Cancun-Tulum por el impacto del Tren Maya. La saturación no la resolverá el tren, y tardará en ponerse en servicio, mientras la carretera es necesaria ya. Hay otros proyectos en los cuales la inversión privada muestra interés, pero aún no se definen los criterios que regirán los proyectos, cuáles serán considerados viables, cuáles no y las causas. México no son tres o cuatro proyectos. Hay algunos como el cancelado NAICM que hubiesen contribuido al crecimiento, pero aún sin probar corrupción, se dejaron sin efecto contratos, vamos a pagar deuda y se creó incertidumbre. Si se puede crecer más si AMLO se decide.

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