Rosario Guerra

Posneoliberal

Rosario Guerra indica que AMLO tiene la gran oportunidad histórica de transformar al país, pero si se pierde la visión de estadista en falsos debates, no iremos a buen puerto.

Nadie sabe cuál es el contenido o el alcance de la propuesta de AMLO relativa a un nuevo modelo de desarrollo posneoliberal. Al igual que la declaratoria de que se acabó la guerra contra el narcotráfico, sin precisar tampoco si se trata de una estrategia de perdón, o de permisibilidad, o de nuevos y ocultos pactos. Apunta se dejará atrás el modelo de pillaje, antipopular y entreguista para impulsar un modelo que no se guíe por recetas extranjeras, basada en la honradez, con crecimiento económico y distribución de la riqueza, con igualdad sustantiva y dignidad, sin discriminación, con justicia, donde la migración sea opcional.

El tema es ideológico y desde luego los objetivos son deseables e incuestionables. Pero como dicen el diablo está en los detalles. En energía se quiere ser autosuficiente y sostenible. Pero se rechazan energías limpias, se clausuran eventos para impulsarlas y CFE ya no compra a privados, lo que desincentiva inversiones, pone además en riesgo suministro futuro y busca centralizar su gobierno corporativo. Vamos a quemar más carbón para producir electricidad. Se anuncia no se utilizará el fracking lo que nos restará competitividad, se invertirá en nueva refinería convocando 4 empresas involucradas en corrupción, lo que crea riesgos de que PEMEX no pueda asumir pago deuda al invertir en refinación pues además ha postergado rondas para exploración y explotación, que si son rentables. Son procesos prolongados porque a pesar de lo que ha dicho AMLO no se trata tan solo de perforar y extraer petróleo. Ya no son esos tiempos. Y aunque le corra prisa es difícil que PEMEX sea muy exitoso en ese esfuerzo sin aliados.

En economía no sabemos cómo piensa lograr un crecimiento de 4%. Este año si bien nos va quizá superemos el 1%. Por lo pronto el turismo, que aporta más divisas que el petróleo, empieza a caer. Torruco criticó que el sexto lugar mundial como insuficiente y dijo debíamos atraer turismo de mayor gasto, pero estamos cayendo en número de visitantes y de ranking, acabamos con la promoción y parece se pueden cancelar grandes eventos como F1 con su derrama de 14 mil millones, que otros eventos locales no suplirán. En infraestructura se habla de tres proyectos, cuando el país requiere mucho más. La cancelación del NAICM ha sido trágica porque nos relega en competitividad y conectividad, cancelando opciones de desarrollo. Parece que según expertos si se construye Santa Lucía disminuirán vuelos a CDMX porque no pueden operar simultáneamente las pistas y hay riesgos de seguridad. No hay aún proyecto ejecutivo del tren maya, no sabemos su costo ni sus beneficios, no se concluyen estudios, tampoco la afectación medioambiental.

En política social se dice se acabará corrupción e intermediarismo. Sin conocer datos se cierran estancias infantiles y opciones de cuidado a primera infancia, se cancelan comedores comunitarios y se desamparan comunidades pobres. Se cancela apoyo a albergues para mujeres violentadas y sus hijos. A cambio ofrecen dinero conforme padrones que se elaboran a modo, supuestamente para dar libertad de elección, pero no habrá opciones al cerrar estancias, refugios y comedores porque se acabará la oferta. Se destinarán cerca de 191 mil millones de pesos a 23 millones de beneficiarios en forma universal, sin requisitos especiales. La pobreza se rompe con educación, salud, alimentación y acciones que rompan el círculo. Las ayudas pueden tener un primer impacto en consumo pero no revierten causas. Veremos si se mejoran índices.

En avance democrático vemos a Palacio Nacional convertido en paredón mediático. Se acusa, se juzga y se condena sin seguir protocolos de legalidad, lo que complicará que se concreten acciones al violar el debido proceso. Bajo el discurso de respeto a oponentes, se descalifica a los fifis, conservadores, corruptos, en fin, se polariza y el Presidente deja de ser referencia de unidad nacional. Se habla de poner a consulta derechos humanos especialmente de mujeres y minorías, aunque la iniciativa respectiva lo niega. Se especula sobre reelección por una revocación de mandato, que puede solicitar el propio Presidente, para hacer campaña y aparecer en boleta en 2021. Se habla de libertad de expresión pero bajo supuesto lavado de dinero y campañas negras se condena serie de Populismo, se ataca a Enrique Krause por versiones de empleados de Tatiana Clouthier, y veladas acciones desplazan plumas de periódicos y conductores de radio. Aparecen nuevos "analistas" que defienden la 4 T en TV con más fanatismo que argumentos.

Los empresarios, los banqueros, están en la mejor disposición del impulsar inversiones, a eso se dedican. Pero no hay una definición clara de cuáles son las condiciones, cuáles las reglas, cuáles los incentivos. Porque si bien sabemos recursos de AFORES se liberarán para apoyar proyectos gubernamentales, siempre que se garantice su tasa de retorno, no sabemos a ciencia cierta cómo planean hacer de México una potencia. Todos lo deseamos. Hay recursos humanos, capacidad instalada, experiencia, conocimientos, entusiasmo, pero ni una clave de qué es la nueva etapa posneoliberal. ¿Se cierra la economía, se busca autosuficiencia, en que consiste el nuevo nacionalismos en un mundo global? ¿Se busca un modelo de desarrollo estabilizador en un entorno nuevo poco favorable al mismo?

Las metas y el deseo de mejorar al país son claras y encomiables. Lograrlas implica mucho trabajo, innovación, experiencia y vocación. No es ideología o solo voluntad de cambio, sin claridad y guía para lograrlo. Hay voluntad de mantener estabilidad macroeconómica, pero la caída de ingresos preocupa, aun cuando tampoco hay una dinámica de gasto.

Hoy requerimos políticas públicas desde el Estado que hagan sentido en el mercado. No se opone uno al otro. Ambos existen con sus dinámicas y deben complementarse, no confrontarse. Eso evita riesgos de crisis y de retrocesos, ojalá AMLO lo entienda. Tiene la gran oportunidad histórica de transformar al país, pero si se pierde la visión de estadista en falsos debates, no iremos a buen puerto.

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