Rosario Guerra

Revolución y plan AMLO

Hoy AMLO logró despertar un mayor entusiasmo, con millones de votos. Su bono democrático perdura. Sin embargo, no asume el papel de líder nacional, confronta, divide y descalifica.

La Revolución Mexicana fue un proceso sangriento, cruel, fratricida, que empobreció al país y tomó millones de vidas, dejando en la orfandad a miles de niños y viudas a las mujeres. De las cenizas se tuvo que reconstruir al país, dejando atrás diferencias, para iniciar un cambio, cuyos principios e ideales se construyeron en la lucha de las diversas facciones, porque no había un plan.Habían demandas.

Cuando niña no lograba comprender como los héroes de la Revolución eran todos grandes hombres, que se habían matado unos a otros. Me interesé y con la ayuda de mi abuela, poco a poco fui comprendiendo el asesinato de Carranza, Villa, Zapata, en fin, hasta el atentado a Álvaro Obregón que llevó a Plutarco Elías Calles a la Presidencia. Para pacificar al país convocó a crear instituciones y un partido hegemónico que permitió por una parte la participación política, y por la otra, el control de la misma.

El sistema político mexicano funcionó por muchos años, logró avances y el desarrollo estabilizador coronó los esfuerzos, pero el cambio social creó una marginación de grupos y regiones que no aceptaron los controles oficiales en búsqueda de mayores libertades. El movimiento de médicos, ferrocarrileros y estudiantes no se escucharon y la represión dividió a los mexicanos. A partir de entonces, partidos e instituciones empezaron a negociar cambios para incorporar nuevas demandas. Fue un proceso complicado, de mucho diálogo, de rediseño del país, de acercamientos de lo diverso y así en 1977 se inician las Reformas Políticas que caracterizaron la evolución democrática del país.

La elección de 1988 fue otro parteaguas en la historia nacional, los partidos de oposición se consolidaron, ganaron más votos, y la figura de Lázaro Cárdenas aglutinó a la población que se movilizó para lograr una alternancia. El asesinato de Colosio dio paso a la Presidencia de Zedillo, quien logró estabilizar la economía y evitar las crisis recurrentes sexenales. Sin embargo, la alternancia se dio hasta el año 2000, con Vicente Fox, que con el neopanismo y su organización civil, logró el triunfo electoral. Su presidencia no fue muy exitosa, pero su campaña fue un proceso interesante por el entusiasmo que despertó.

La candidatura de Calderón aunque no iba en la línea de sucesión que Fox deseaba, pero que finalmente apoyó, enfrentó de una nueva forma la lucha contra el narcotráfico, cada vez más empoderado. Gobernó con una camarilla a la que exigió lealtad incondicional. Esto abrió la puerta al regresó del PRI. Peña Nieto contó con el apoyo de las Gobernadores priístas, permitió excesos, corrupción e impunidad, en medio de una gran frivolidad que anuló los logros que obtuvo en el desarrollo del país.

Hoy AMLO logró despertar un mayor entusiasmo, con millones de votos. Su bono democrático perdura. Sin embargo, no asume el papel de líder nacional, confronta, divide y descalifica. Ni la autocrítica, ni la crítica se toleran. Aumentaron homicidios, se cayó la economía, el empleo y la inversión. Se polarizó la sociedad. Sin embargo, fue interesante su discurso del lunes 18 en ceremonia de premiación de Carlos Slim y Joaquín Álvarez Ordóñez, donde aseguró que si tiene un plan.

Señaló que éste se sostiene en cuatro ejes: el primero los apoyos sociales para ayudar a la población vulnerable porque no puede haber rezagos; el segundo impulsar el tren maya, Santa Lucía, el Transísmico, Dos Bocas; el tercero impulsar una estrategia de inversión en infraestructura con recursos del sector privado; y cuarto, hacer frente al problema de seguridad en el país.

Dudas hay tanto en las ayudas sirvan que puedan romper círculos de pobreza, mientras se abandonan programas exitosos como estancias infantiles o refugios de mujeres; de sus proyectos hay dudad en su costo, su financiamiento, su utilidad y viabilidad. Del tema de seguridad hay mucho más dudas, difícil enumerarlas. Pero lo que quizá pueda funcionar es el programa de inversión en infraestructura si éste otorga certeza jurídica, seguridad, si se estudia su viabilidad y su análisis de costo beneficio, si se otorgan permisos y licencias cumpliendo con las normas aplicables. Si se hace con transparencia y se retoman inversiones en energía, electricidad, gas, e infraestructura de todo tipo.

PD: El TEPJF votó a favor de que los hombres permanecieran en sus cargos como Magistrados y no se modificará el criterio por el principio de paridad. Sin embargo, las dos Magistradas, Mónica Soto y Jeanine Otálora defendieron este principio. No se pudo, pero estaremos más vigilantes de las Convocatorias para que consideren criterios de género.

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