Rosario Guerra

Símbolos

Rosario Guerra indica que la carta de AMLO dirigido al Rey de España y al Vaticano para que pidan perdón por los agravios cometidos durante la conquista y la colonia, más que un tema diplomático, es un asunto interno que busca despertar sentimientos.

La propaganda busca persuadir para que se acepte una visión del mundo, una ideología. Utiliza mitos, símbolos e imágenes para manipular sentimientos. Es un proceso de aprendizaje que busca la información se traduzca en conocimiento y en la aceptación del mensaje. Repite el mismo bajo diferentes perspectivas y espera una recordación y un consentimiento, ya que todo el mundo piensa lo mismo. La carta de AMLO dirigido al Rey de España y al Vaticano para que pidan perdón por los agravios cometidos durante la conquista y la colonia, más que un tema diplomático, es un asunto interno que busca despertar sentimientos, precisamente explotando mitos y símbolos, de nacionalismo, indigenismo y valores de la 4T.

Reconciliar implica restablecer una relación dañada. Hasta el momento no había conflicto ni con España, ni con el Vaticano. Entonces tampoco había necesidad de pedir un perdón, que además ya estaba otorgado en el artículo II del Tratado Definitivo de Paz entre México y España de 1836. Desde luego España rechazó con firmeza la solicitud y lamentó la filtración de la carta a los medios. AMLO dice él no fue quien la dio a conocer, pero ante la duda y los beneficiarios, no queda absuelto. El Vaticano, con su estilo diplomático, comentó que ya varios Papas, incluido Francisco, han ofrecido disculpas a los pueblos originarios, y claro no lo han hecho a los gobiernos como lo solicita AMLO, quien además muestra sorpresa por las reacciones que provocó su iniciativa. No entiende al mundo global.

El perdón, en términos diplomáticos implica el reconocimiento de una responsabilidad histórica, porque requiere disculpar una ofensa y es una renuncia a la justicia, tiene implicaciones políticas que desde luego son inaceptables para España. La imagen de AMLO en la nación ibérica se ha deteriorado ante su exigencia y fuera de Podemos, todos los partidos rechazan la petición. Pero eso no le quita el sueño porque el ya cumplió con la izquierda que busca reivindicar derechos de pueblos originarios y califican como barbarie el encuentro entre dos mundos. Utiliza así este sentimiento como un símbolo de la 4T. No importa que hoy las consultas a los pueblos indígenas sobre el tren maya o el proyecto del Istmo no se realicen conforme Convenio 169 de OIT signado por México, porque no presentan proyecto ni propuesta para exponerlos a estos grupos, y definir beneficios a fin de cumplir el protocolo.

El mensaje es pues de consumo interno y de cara al 2021, con elecciones intermedias y revocación de mandato, si el Senado lo aprueba. Aderezar el año electoral con esta Reconciliación es parte del discurso oficial, del nacionalismo, del indigenismo, del cambio. De un simbolismo, como lo utiliza con frecuencia AMLO, para a partir de éste construir una nueva identidad. El uso del mito para exaltar las pasiones es un principio de la propaganda y una de las tesis de Goebbels sobre la transfusión. La utilización de símbolos ha registrado un gran uso político, como se observó en Zentla, marco para difundir la solicitud del perdón. Hay pues toda una estrategia de propaganda en torno al proyecto de la 4T y el culto a su líder. No fue un error pedir el perdón, es simplemente un acto de propaganda dirigida hacia los ciudadanos mexicanos.

Recuerdo que hace varios años, llevé a una delegación española a Palacio Nacional para que conocieran los frescos de Diego Rivera sobre la conquista. Comentaba yo sobre sus antepasados, cuando un español me interrumpió, me dijo esos no son nuestros antepasados, los míos se quedaron en España y no vinieron a México. Esos ahí son tus antepasados. En efecto, el mestizaje originó una nueva cultura que hoy nos caracteriza. Hay muchas interpretaciones sobre la Conquista. Esta de moda la de Beatriz González Müller quien la define como un cataclismo, una guerra. Los españoles tienen desde luego otra visión. Pero recordemos que las guerras intestinas, la división de los pueblos originarios, permitieron alianzas y facilitaron triunfo de españoles. Fue una etapa brutal, de destrucción, que dio origen a una nueva era. Entonces no existía España, ni México. El mestizaje es la identidad latinoamericana.

Pero esta Reconciliación que pide AMLO para que impere la humildad, se haga una reflexión y se pida el perdón, es fruto de visiones diversas sobre la Conquista y la Colonia, donde ya la Corona Española reinaba. El imponer la fe católica como motivo de la dominación para evangelizar en la única verdad es otro de los sellos de ese legado medieval de América Latina. Pero somos resultado de hechos históricos que tuvieron su lógica y su contexto. No podemos negarlo, aunque muchos rechacen esta fusión por hechos de violencia. Hoy seguimos sumidos en esta dinámica que cobra la vida de miles de mexicanos y deja huérfanos por todo el país. Esta violencia nos duele, nos agravia y nos lastima porque va de la mano con la impunidad. Ese si es un reto para AMLO, más allá de la Conquista y su conmemoración histórica, con su simbolismo asociado. Es su reto y con la Guardia Nacional en formación se esperan resultados rápidos y contundentes.

Pero relájense. La buena noticia es que AMLO no exigirá a Trump un perdón por la guerra de 1847, ni pedirá la devolución de los territorios, ni la Reconciliación o la humildad a nuestro vecino, ni reconocer errores históricos para resolver el problema de migración. Ese simbolismo es mucho más complicado. Y políticamente no es tan útil, pues ante las caravanas de migrantes centroamericanos, México ha optado por adoptar medidas humanitarias que benefician la posición norteamericana de rechazo a quienes pretenden ingresar legal o ilegalmente. La alternativa planteada por AMLO ha sido buscar financiar el desarrollo de las naciones centroamericanas para evitar el fenómeno migratorio. Además la relación de codependencia y sociedad con EEUU no es igual a la que guardamos con España. En contraste, se describió como exitosa la cena de amigos para la reconciliación nacional e histórica de AMLO con Jared Kushner, donde se abordaron asuntos bilaterales. Es decir, ya hay avances en esa reconciliación, ahí no se abrirá un nuevo frente, así que sereno moreno.

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