Rosario Guerra

Y lo que falta

Rosario Guerra estima que caerá la recaudación, habrá más pobreza, menos empleo y menor gasto público debido al coronavirus.

AMLO ya aceptó que viene una caída en la economía por el coronavirus. Ha reiterado su apoyo a los más desprotegidos, es decir el gasto público seguirá orientándose a dádivas. No habrá medidas fiscales anticíclicas, AMLO las estima neoliberales y dejará que quiebren negocios. Caerá la recaudación, habrá más pobreza, menos empleo y menor gasto público. Difícil mantener el superávit fiscal y sigue el riesgo de que las calificadoras aumenten el riesgo país.

Ya cayó el peso, aumentará la inflación. Sería el momento para echar atrás medidas que han lesionado confianza en México por no respetar el Estado de derecho, ni contratos, ni compromisos. Desde luego aún podría dejar a la inversión privada terminar el aeropuerto de Texcoco. Santa Lucía no va a funcionar, pero el Ejército contará con mejores instalaciones. Es momento de parar Dos Bocas, inversión inviable y absurda, sobre todo cuando AMLO presume que bajó el precio de gasolinas sin aclarar que es resultado de la caída del mercado y somos importadores, memes sobran, el que dice 'AMLO bajó el precio de gasolinas en 74 países' es genial. Pemex no volverá a ser el emblema nacional, la inversión productiva tampoco es el Tren Maya. ¿A qué gastar tanto cuando estamos en una emergencia nacional, con una epidemia y un sistema de salud roto? Acusar a los médicos es solo una cortina de humo para ocultar ineficiencias.

Y si de confianza se trataba, aunque AMLO ha repetido mil veces que México es el mejor lugar para invertir y que hay garantías, hoy los hechos demuestran que no es así. Sigue con encuestas patito de 27 casillas, para echar abajo una inversión de 1.4 mil millones de dólares, con más de 964 ya gastados, con un avance de 65 por ciento y todos los permisos en regla. Esta es la puntilla a la inversión extranjera. Nadie en su sano juicio vendrá a invertir. Y desde luego habrá denuncia y juicio de por medio y seguramente el gobierno mexicano terminará pagando por el cierre arbitrario. Además de dejar sin empleo a 33 mil personas.

AMLO ya es famoso a nivel internacional, primero con el "abrazos y no balazos", luego con la liberación de Ovidio por un pésimo operativo, seguido de la boda de la hermana en la catedral de Culiacán, luego la cancelación del tren de Torreón, después con sus conductas irresponsables en plena crisis de coronavirus, abrazos, palmas, besos, mítines, estampitas del Sagrado Corazón como amuletos, su fuerza moral, la invitación a salir a comer con la familia a restaurantes, a no encerrarse. Ha sido nombrado el gobernante más irresponsable del planeta por los medios internacionales.

Parece que perdió la brújula y cada vez se empequeñece más. Lo que viene será peor: crisis económica por malas decisiones, crisis de salud con miles de muertos, crisis de confianza sobre la racionalidad de sus discursos sobre confianza y legalidad, y mentiras como la gasolina. Lo bueno es que su gabinete empezó a tomar decisiones, la SEP cerró escuelas, la Ssa ha empezado tamizajes, los gobernadores han extremado medidas para evitar contagios, la sociedad civil entró en cuarentena incluso antes de decretarse.

El sentir es que estamos solos, nosotros somos los únicos responsables del cuidado de nuestra salud, el gobierno puede verse rebasado muy rápidamente, solo cuenta con 4 mil camas y menos respiradores. Es la sociedad la buena noticia, su reacción rápida y contundente, más adelantada a las fases del gobierno, está bajando la rapidez del contagio. Serán miles los muertos, primero los de la epidemia, luego los desempleados, los feminicidios no bajan, y la falta de inversión implicará una caída económica, se habla hasta de 4 por ciento de contracción económica.

Pero como dice AMLO, todos tranquilos, la 4T y su ideología de cambio sigue, primero los pobres y a ellos las dádivas, ya que votarán por el mesías. Dice todo podemos solucionar e invoca a nuestra historia y cultura. ¿Cómo se visualiza como Presidente? Pasará a la historia, sin duda, pero no necesariamente como un gran transformador, porque hoy todas sus acciones van contra el desarrollo del país. Contra la inversión, el empleo y la salud. Su ejemplo irresponsable frente a la epidemia del coronavirus lo ubican en una dimensión donde la Presidencia se ha desaparecido, esfumado, desdibujado. No hay liderazgo, no habrá unidad, no habrá riqueza, las dádivas deberán aumentar por número de personas, pero no habrá finanzas sanas para contar con ese dinero. Pequeñas empresas, mayores empleadoras, ¡caerán primero…y lo que falta!

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