En 2015, también en abril, estuve todo un día en la capital de Jalisco con Ricardo Villanueva. En ese entonces el hoy rector de la Universidad de Guadalajara era candidato del PRI al ayuntamiento tapatío. Enfrentaba a Enrique Alfaro. Perdió, mas el destino –cómo íbamos a saberlo– le tenía reservada la rectoría de la UdeG, y vivir la muerte de Raúl Padilla.
Ayer fue el anfitrión del homenaje póstumo a Padilla en el Paraninfo universitario. Y hoy nada está escrito sobre el futuro de la UdeG tras el fallecimiento el domingo de su líder indiscutible durante los últimos 35 años.
Villanueva es uno de los señalados como posible heredero del timón de todo lo que implica la UdeG. ¿Qué decía y qué opinaba él cuando se jugaba el todo por el todo en una elección local?
En una charla para el hoy desaparecido Más Por Más Guadalajara, le pregunté por qué creía que podría ganarle a Alfaro el ayuntamiento, la capital de Jalisco. Esto respondió:
“Porque me estoy presentando como soy; creo que la gente ya cada vez logra distinguir más entre los candidatos, explora más, y creo que me estoy presentando desde como soy, en los spots llegué a presentarme casi la persona; y también creo que por mis resultados, creo que en un gran sector se ha valorado mi trabajo como secretario de Finanzas (del también fallecido gobernador Aristóteles Sandoval); ser secretario no es nada popular, y creo que dar el paso a ser candidato habla de que se hizo un buen trabajo. Yo creo que me puedo presentar en total transparencia en las urnas como soy y con resultados. Ya lo dije, y muchas veces: hablar del futuro cuando hay tanta deuda del pasado (priista) para un candidato es complicadísimo. Lo único que tiene un candidato es la palabra…”
De su contrincante, el hoy gobernador Enrique Alfaro, me dijo: “creo que es un tipo inteligente, nomás el problema es que a veces se pasa de listo”.
Y le pregunté por Padilla López, dado que era un factor de poder en Jalisco y su capital.
“Lo veo como un político que tiene un nivel de influencia fuerte y, claro, que ha sido un hombre que ha tenido un protagonismo importante, creo que es un gestor cultural que nos envidian en todo el país… Fui universitario, lo conozco perfectamente; cuando fui funcionario trabajé en muchos proyectos con él; hicimos gestiones juntos en la Secretaría de Hacienda a favor del Centro Cultural Universitario. Tengo una relación muy sana con él, respeto su trabajo. Mi opinión es que muchos estados quisieran tener a Raúl Padilla, yo creo que sí nos lo pelearían muchos para los proyectos que ha hecho en esta ciudad y le respeto ese valor cultural, como valor cultural universitario. De eso a que tenga un nivel de influencia en el gobierno o en otros poderes… Creo que se le respeta, se le da su lugar, pero tampoo es que juegue un rol más allá de lo que le corresponde en sus actividades donde sí es influyente”.
En el perfil que publiqué a partir de la jornada que pasé con él y de la entrevista que me dio, me quedó claro que era un candidato conflictuado por la nostalgia que sentían los priistas, no él, del poder que se les había escapado.
“Seguro estaría más a gusto en el aula, o jugando con sus dos hijas, o escuchando rock, pero no aquí, donde todo es nostalgia”, escribí sobre Villanueva en los mítines priistas.
Ojalá en la UdeG lo dejen trabajar los nostálgicos.