La Feria

Presidenta Sheinbaum, ¿y la protección a los migrantes?

La promesa de Donald Trump, de emprender la deportación más grande de la historia de EU, tiene retos logísticos, pero quién duda de que lo intentará.

El martes, una semana después de ganar las elecciones, Donald Trump anunció a su zar para la frontera: Tom Homan, acusado de la infamia ilegal e inhumana de separar, durante la primera presidencia trumpista, a niños de sus padres migrantes.

La promesa de Trump, de emprender la deportación más grande de la historia de Estados Unidos, para expulsar un millón de personas al año, tiene retos logísticos, pero quién duda de que lo intentarán.

El de Homan es sólo uno de los muchos nombramientos que confirman que Trump 2 hará un gobierno mucho más agresivo, sea en migración, en medidas proteccionistas en lo económico o injerencistas en seguridad.

¿Qué hace el gobierno mexicano para prepararse frente al desafío de la nueva presidencia de Donald Trump? Con respecto a la protección de connacionales en Estados Unidos parece que no mucho. O que no le corre la prisa.

A pesar de que la presidenta Claudia Sheinbaum ha repetido que el encargo prioritario del secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, es el de la atención de las y los mexicanos en el exterior, las y los migrantes no tienen hoy un zar, o una zarina.

Seis semanas después de iniciado el gobierno permanece acéfala la Coordinación General de Consulados, donde originalmente iba a despachar Jorge Islas, excónsul de México en Nueva York. Este abogado tuvo que renunciar por denuncias de supuesto acoso laboral.

La presidenta Sheinbaum dijo la semana pasada que buscan al perfil adecuado para sustituir a Islas. Pues ya se tardó más que Trump, y los migrantes lo saben.

Y aunque no es lo mismo, algo parecido cabe preguntarse con respecto a uno de los no nombramientos más singulares de Claudia Sheinbaum: el de Tatiana Clouthier, a quien en agosto se anunció como la encargada del Instituto de los Mexicanos en el Exterior.

El IME tuvo mala fama en el gobierno de Peña Nieto, cuando lo usaron para desviar más de mil millones de pesos a una organización ‘filantrópica' que en realidad era una fachada que sirvió para pagar giras y viajes a Josefina Vázquez Mota. Pero esa es otra historia.

Sin embargo, el IME es uno de los brazos del gobierno para atender a migrantes. Y se supone que iba a ser el destino de la exvocera de campaña, exsecretaria de Economía y exlegisladora Clouthier.

En días pasados la sinaloense avecindada en Nuevo León estuvo en Washington. Pero quienes la oyeron en el evento denominado El poder de la democracia: elecciones de EEUU 2024 cuentan que habló de sus andanzas en las campañas de Morena, que los migrantes no fueron el tema de su participación.

De hecho, la biografía de Clouthier expuesta en el sitio de ese foro no da cuenta de nada relativo al IME, ese nombramiento anunciado por la entonces presidenta electa el 20 de agosto. ¿Qué pasó, va o no va al IME? Y si sí, por qué no ha llegado, y si no, ¿quién entonces?

La amenaza Trump está a la vuelta de la esquina, y hasta Ken Salazar lo sabe: hipócritamente el embajador de EU dice que los abrazos no funcionaron y que la inversión fue ahuyentada. ¿Pues dónde habrá estado estos años? ¡Ah!, en Palacio claro, donde ya no lo reciben.

Volvamos al tema. Sheinbaum tiene mañana la verdadera oportunidad de enviar un mensaje de que los migrantes cuentan. El Presupuesto que llegará a San Lázaro debe contemplar un monto sustantivo para la protección de quienes a partir de enero serán acosados como nunca.

Eso y nombramientos al tamaño del reto.

COLUMNAS ANTERIORES

Querétaro: expertos en narcoseries
El enredo por la nueva titular de la CNDH

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.