La Feria

Conavim: siempre se puede estar peor

Fabiola Alanís Sámano llegó hace un mes a la Conavim y, porque es prioridad, lo primero que hizo fue tramitar un cambio de oficina.

Fabiola Alanís Sámano se llama la nueva titular de Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres. Y su llegada, a juicio de testimonios recogidos por esta columna, confirma aquello de que siempre se puede estar peor. Y hoy se vive ese peor en la Conavim, dependencia de la Secretaría de Gobernación.

Fabiola Alanís Sámano llegó hace un mes a la Conavim y, porque prioridades, lo primero que hizo fue tramitar un cambio de oficina. No le gustaba el despacho que le correspondía así que logró que la movieran, pero no sólo a ella, sino a toda la Conavim, que se trasladó de la céntrica calle de Versalles, en la Juárez, a Vértiz y Obrero Mundial.

¿El problema? Dos al menos. El primero es que, dicen las fuentes, Alanís Sámano ya está contenta porque su oficina es más espaciosa y tiene ventanas desde un quinto piso, pero que a la titular no le importó que el personal de la Conavim no quepa en el nuevo domicilio de la dependencia.

"Por la falta de espacio nos dieron la instrucción de depurar el archivo. Nos están poniendo a destruir documentación que aún no sabemos si se puede desechar o no", dice una de las personas consultadas. Y lo peor: la nueva titular ha pedido que todas las personas se reincorporen de manera presencial a sus labores, sin que haya medidas de sanidad y con saturación de espacios.

El otro problema es logístico: en la calle de Versalles la subsecretaría de Derechos Humanos o el jurídico de Segob, es decir, todas las dependencias con las que Conavim trata cotidianamente, quedaban a tiro de piedra. Hoy están lejos.

Claro, esa distancia no debe pesar a Alanís Sámano que, cuentan, puso como prioritario que le cambiaran el auto compacto que tenía la extitular –un Aveo– por una camioneta.

Más allá de contradicción con el discurso presidencial sobre la austeridad en oficina o vehículo, en la Conavim reclaman que no ha habido una sola reunión de la nueva titular con el personal para ajustar estrategias, prioridades u organizar plan de trabajo. "Nunca se ha interesado en saber cómo funciona el lugar al que llegó -dijo una de las fuentes- y puso como interlocutor entre el personal y ella a un hombre, que está perdido".

Lejos de eso, y contra el llamado del presidente López Obrador a no despedir empleados, está solicitando renuncias a una decena de personas, de los niveles de dirección y jefatura de departamento.

La anterior titular de la Conavim era Candelaria Ochoa, quien fue despedida por la secretaria Olga Sánchez Cordero.

Ahora, en la Conavim aprecian que si bien a Ochoa le faltaba empaparse de algunos aspectos sobre las alertas de violencia de género, al menos quiso establecer nuevas dinámicas para relacionarse con las entidades y disponer de los recursos en proyectos que no fueran tripulados por organizaciones civiles que pueden ser juez y parte.

En cambio, Alanís Sámano es vista como 'totalmente alineada' a todo lo que el Observatorio Nacional Ciudadano proponga… y disponga, incluidos millonarios recursos.

Las fuentes recuerdan que hace algunas semanas conocimos el oficio que dejaba sin subsidio a las alertas de violencia de género y que luego la Segob dijo que no era cierto lo que sí era cierto, pero que Olga y Encinas prometieron que ahí estaría el recurso. Pues hoy en la Conavim reclaman que "el recurso no está, no llega, te ponen todas las trabas para darlo, tanto para las alertas como para los centros de refugio".

Así las cosas en la Conavim con la nueva comisionada. Lo dicho: siempre se puede estar peor.

COLUMNAS ANTERIORES

Morenista, ven, ¡te invito a la fiesta!
La náusea verde

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.