El 14 de noviembre pasado, en este espacio editorial di a conocer que la entonces candidata a secretaria de Energía, Rocío Nahle, había pedido la renuncia al presidente de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer.
La petición de Nahle era indebida e ilegal. Los titulares de los órganos autónomos no deben ser hostigados, y menos orillados a renunciar, por políticos o funcionarios, así sea una inminente secretaria de Estado a punto de asumir formalmente el poder, pero cuyo jefe despachaba ya, luego de que Peña Nieto capitulara el 1 de julio.
En esa ocasión, García Alcocer respondió que no estaba listo para contestar a Nahle, que debía hablar con sus compañeros comisionados de la CRE, asunto que hizo y decidió no renunciar. Semanas después vino la acusación (el descontón) de López Obrador, quien ya como titular del Ejecutivo y desde Palacio Nacional, endilgó al líder del órgano autónomo presuntos temas de conflictos de interés.
Luego García Alcocer sería recibido en audiencia por AMLO, encuentro que parecía cerrar el diferendo, al fin y al cabo López Obrador metería a la CRE a cuatro comisionados a modo, qué más se podía pedir.
Pero no fue así. Las ansias, y el empeño del gobierno por capturar a la Comisión Reguladora de Energía se tradujo en dos cosas.
La más obvia, la renuncia de García Alcocer, forzado a dejar el barco, hecho que se dio a conocer este lunes.
La menos obvia, pero igualmente grave, es la intención del gobierno de tratar de dar reversa a los acuerdos tomados por la CRE antes de que Morena pudiera capturarla del todo.
Porque como se publicó también aquí el 11 de abril, alguien del gobierno federal nomás no quiere que las resoluciones aprobadas por la CRE se publiquen, como marca la ley, en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Es decir, les aplican un veto de bolsillo.
En esa columna de abril, se informaba que a esa fecha estaban pendientes de publicarse ocho resoluciones. Después de esa denuncia, dos resoluciones vieron la luz del DOF. Pero están pendientes seis de entonces y una más que se ha acumulado en las últimas fechas.
Las dos publicadas son las relativas a las modificaciones al Reglamento Interno de la CRE, y el acuerdo que da certeza a los contratos de interconexión, por los que la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex) manifestó preocupación por temor a perder inversiones.
De entre las resoluciones que están en el limbo, destaco las siguientes:
A-065-2018. Que establece zonas de exclusión temporal para el suministro de diésel ultra bajo azufre, de conformidad con el artículo quinto transitorio de la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, especificaciones sobre calidad de los petrolíferos.
A-002-2019. Que modifica las disposiciones administrativas de carácter general en materia de acceso abierto y prestación de los servicios en la Red Nacional de Transmisión y las redes generales de distribución de energía eléctrica, y las disposiciones administrativas de carácter general para la prestación del suministro eléctrico.
A-005-2019. Que establece, de manera enunciativa mas no limitativa, productos y servicios que pueden ofrecer los integrantes de la industria eléctrica que desarrollen actividades de almacenamiento de energía.
Legalmente, la CRE goza de independencia de gestión. Sin embargo, la tardanza de la publicación no puede ser casual, ni meramente un asunto del desorden burocrático al que en estos seis meses nos ha acostumbrado Morena en el poder.
¿De quién es la mano que para las prensas del DOF? Creo que no hay que buscarle mucho. La lógica indica que podríamos estar ante la revancha de Nahle. En noviembre no le alcanzó para hacer que se fuera García Alcocer, pero qué tal impedir que se publiquen los acuerdos de esa CRE que no le gustaba. Con el veto de bolsillo se borra el trabajo de meses de ese organismo.
Por si las dudas, ayer por la tarde se tramitaron solicitudes de información a la Secretaría de Energía para que informe si tiene oficios dirigidos al Diario Oficial de la Federación sobre las resoluciones por publicar.
Apenas me conteste la dependencia de la ingeniera Nahle, que seguro será rápido, pues estamos ante un gobierno que ha prometido ser distinto a los del pasado, les cuento lo que me digan.