La Feria

Dengue: Los otros datos de López Gatell

Escuchar a López Gatell tratar incluso de ocultar que hay un incremento de casos de dengue es un ejercicio que puede provocar dolor de cabeza, escribe Salvador Camarena.

El 4 de junio el reportero Paris Martínez informó que de enero a mayo, el dengue había matado a 42 personas, un número muy distinto al total de fallecimientos en 2018 relacionados a esa enfermedad: 12.

En el reportaje de Paris Martínez se consignaba otra información: en entidades de la República aquejadas por el mosquito que causa el dengue, el gobierno federal no había entregado los recursos necesarios para comprar insecticidas. Fumigar es una de las labores sanitarias clave para prevenir esa enfermedad.

La Secretaría de Salud federal desdeñó entonces la información de Paris Martínez. Tres meses después, esa dependencia ha tenido que reconocer que en este año los casos de dengue se han triplicado con respecto al año anterior, y que en efecto no compraron en los plazos acostumbrados el insecticida. A pesar de lo anterior, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quien estuvo ayer en la mañanera del presidente López Obrador para hablar de este asunto, se niega a ver correlación entre ambos hechos.

En junio, Silvia Roldán Fernández, secretaria de salud de Tabasco, le dijo a Paris Martínez que no habían "recibido los recursos federales para fumigación que solían entregarse el primer trimestre del año o principios del segundo", según se publicó entonces. "No suelen atrasarse tanto como ahora, que estamos calculando que terminarán llegando esos insumos federales hacia julio; hasta este momento, el gobierno del estado es el que ha asumido toda la responsabilidad en el trabajo para prevenir el dengue".

Tabasco junto con Quintana Roo, Veracruz y Jalisco concentraban, hasta junio, el 75 por ciento de los casos de dengue de este año. Las autoridades sanitarias jaliscienses también le confirmaron a Paris Martínez que en los cinco primeros meses de este año la Federación no les había dado certeza sobre la fecha de llegada de esos apoyos.

Este jueves López Gatell fue categórico al negar cualquier relación entre el atraso de la compra de insecticida y el aumento de los casos de dengue.

"Debemos aclarar, porque este señalamiento de: 'Se atrasaron y por eso pasan las cosas', falso. Desde hace muchos años dos terceras partes de los insecticidas que se compran cada año para el control de dengue se compran en los estados y desde el inicio del año –esto por los acuerdos de ejecución– se transfiere el dinero a las secretarías de salud estatales y esas secretarías compran y se aprovisionan, porque es la primera línea de trabajo de insecticidas, dos terceras partes, 66 por ciento", dijo el funcionario en la mañanera.

López Gatell sí reconoció que "tradicionalmente la compra federal de insecticidas ocurría en mayo o junio, ahora ocurrió en agosto", pero, se defendió: "nótese que no cambia la operación, porque está previsto y contemplado que la operación empieza con los estados; de modo que llegar a comprar en agosto la tercera parte de la compra federal no afecta los calendarios de uso de esos recursos federales".

Escuchar a López Gatell tratar incluso de ocultar que hay un incremento de casos de dengue (dice que si se compara la cifra con el promedio de 7 años en realidad hay un descenso) es un ejercicio que puede provocar dolor de cabeza.

Para él hay otras razones por las cuales pudieron haber aumentado los casos de dengue. Y puede que como médico tenga razón, que no sólo se deba a un factor sino a varios. Pero resulta sorprendente que no acepte, ni como posibilidad, que el retraso en las compras de insecticida, denunciado inicialmente por los estados y que consta en los registros financieros de la Secretaría de Salud, pudo haber incidido.

Claro que como colaborador de López Obrador tiene un truco sencillo para evadirse sobre lo que pudo haber sido su responsabilidad: ayer reconoció que en parte el retraso de la compra es porque estaban buscando corrupción en las transacciones relativas al insecticida. Y con el pretexto de la sospecha de actos corruptos le llena el ojo a su jefe aunque luego todo resulte un fiasco: "No tenemos pruebas fehacientes de actos de corrupción en el sentido de manipulación de los mercados, sobornos y este tipo de cosas", tuvo que reconocer al ser cuestionado por la prensa en Palacio Nacional.

De actos indebidos no pudo probar nada, pero de que su oficina retrasó las compras preventivas, aunque él no quiera reconocer que pudo haber impactado en el número de casos de dengue, eso es una realidad, aunque López Gatell se afane en presentar otros datos.

COLUMNAS ANTERIORES

La náusea verde
No sólo de maximato viven los presidentes

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.