La Feria

Ganar, lo único que importa

López Obrador es un pragmático, uno sin empacho en decir que en el afán de ganar no le importa sumar gente problemática o de dudosa capacidad.

"¿Ahora es un honor robar con Obrador?", les cuestionó, hace cuatro meses, el senador Víctor Fuentes a los legisladores en la llamada Cámara alta. Hace dos días, el neolonés fue presentado como candidato del partido de AMLO a la alcaldía de Monterrey. Quizá Fuentes deba explicar su radical giro, pero lo que es fácil de entender es al Presidente, para quien lo único importante es ganar.

En la sesión del 7 de octubre, rescatada por mi colega Luis Pablo Beauregard, Fuentes deja claro que hasta entonces era un calderonista convencido de que si Felipe no hubiera resultado presidente en 2006, él se habría exiliado en Miami.

"Entiendo que es tanto su rencor a Felipe Calderón, a quien les ganó, con quien les ganamos", dice Fuentes en un debate sobre el juicio a los expresidentes de la República. Luego deja entender que gracias a que López Obrador perdió en aquel año, hoy México no lleva "tantos años de mal gobierno". De lo contrario, si Andrés Manuel hubiera triunfado, "estaríamos tal vez muchos mexicanos viviendo en Miami como los cubanos, como los venezolanos, como los bolivarianos (sic)… a los que expulsaron de sus países gobiernos pésimos, populistas, demagogos, izquierdosos como los que ustedes pretenden asentar en México". https://twitter.com/luispablob/status/1362182214549561345

Ahora Fuentes anuncia que representará las siglas que antes creía que lo llevarían al exilio. No es, ni por mucho, el primer político chaquetero de nuestro país. Pero sí ayuda a ilustrar que, a la hora de plantearse las elecciones, López Obrador perdona agravios, pues no tiene más principio que el de ganar. Y eso no es nuevo.

Alguien que ha tratado desde hace mucho a Andrés Manuel recuerda cómo desde sus tiempos tabasqueños el hoy mandatario reconocía sin empacho que hacía de todo con tal de ganar.

En los 90, por ejemplo, López Obrador se reunía a menudo con paisanos en La Cava, un restaurante de Insurgentes Sur. En una de esas ocasiones, se barajeó la posibilidad de buscar candidato a gobernador de Tabasco. Andrés Manuel sacó un nombre inesperado: Chuy Sibilla, reconocido y respetado periodista.

Los contertulios, que no cuestionaban el reconocimiento público de Sibilla, un decano de los medios electrónicos tabasqueños, le manifestaron sus reservas ante la inexperiencia y falta de oficio político del personaje que proponía AMLO. Éste minimizó los argumentos.

-¿Es que se trata de ganar por ganar, Andrés?, le preguntaron.

-Sí, de eso se trata.

López Obrador es un pragmático, uno sin empacho en decir, también por aquellos tiempos, que en el afán de ganar no le importaba sumar gente problemática o de dudosa capacidad. "Si tú vieras a la gente que yo he tenido que convencer", llegó a reconocer.

La polémica candidatura de Félix Salgado Macedonio a gobernador de Guerrero sólo estará en riesgo si las denuncias de las mujeres, si las protestas por la falta de justicia, llegaran a comprometer las posibilidades de triunfo del guerrerense… o las de otros cuadros de Morena en algunas de las muchas campañas que habrá rumbo al 6 de junio.

Mientras no sea así, el guion se repetirá: AMLO ya tiene candidato en Guerrero, éste es competitivo y no se moverá de su macho. Total, si va a ganar, qué más le dan las quejas.

En cuanto al expanista neoleonés Víctor Fuentes, ojalá vea su video ahí donde dice que quienes cambian de partido deben reconocer que lo que antes creían ya no lo creen más. Donde pide que los chapulines reconozcan que "siempre no, me arrepentí, ahora ya cambié, ahora es un honor robar con Obrador". Son sus palabras, conste.

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