La Feria

Irma Eréndira y Moctezuma rehúyen debatir en la FIL

Tan dada a otros protagonismos, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, canceló su presencia en la mesa que abordaría el tema de la corrupción.

El viernes, Jesús Ramírez Cuevas, jefe de comunicación social de la Presidencia de la República, debatió con Leonardo Curzio, Hernán Gómez y quien esto escribe en un atiborrado salón de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El intercambio de planteamientos incluyó reclamos y cuestionamientos entre los ponentes. Nadie se despeinó, nadie salió vapuleado. Fue una discusión de opiniones encontradas y algunas coincidencias (como la propuesta de Jesús Ramírez para que se dote al Inegi del mandato y el encargo de verificar audiencias de los medios, desde siempre sujetas a manipulación).

Esa mesa fue la tercera de una serie organizada por la FIL para que representantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador hicieran algo a lo que son poco propensos: debatir con quienes no piensan como ellos.

Un día antes, el diputado Mario Delgado estuvo en otro intercambio, éste con Jesús Silva Herzog Márquez, Ricardo Raphael y Blanca Heredia.

Dos mesas donde los ganadores fueron los asistentes, que pudieron contrastar puntos de vista y aquilatar tanto las críticas al oficialismo como las justificaciones de los del gobierno. Hasta ahí todo bien.

Sin embargo, no todos le entraron al toro. Por ejemplo, tan dada a otros protagonismos, en esta ocasión la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, canceló su presencia en la mesa que abordaría el tema de la corrupción.

De hecho, Sandoval había suspendido desde el miércoles su participación en otro foro en Guadalajara, a pesar de que ese mismo día, en una mesa en la que participábamos ambos, el subsecretario de la SFP, Jesús Robles Maloof, había anunciado que en unas horas más estaría la secretaria en esa capital. A los pocos minutos, sin embargo, Maloof tuvo que desdecirse: su jefa decidió plantar a quienes hubieran querido escuchar la defensa que hace la Función Pública de una lucha contra la corrupción que no le haya causa a Bartlett, por ejemplo.

En los pasillos de la FIL se decía que Sandoval había renunciado a ir a Guadalajara luego del discurso del gobernador Enrique Alfaro, que el sábado en la inauguración sentenció que la Feria Internacional del Libro "nos deja siempre de tarea muchas preguntas sin respuesta, temas difíciles que no pueden agotarse, debates sin conclusiones irrefutables y quizá todo eso constituya una de las razones por las que, quienes rehúyen al cuestionamiento y al diálogo franco, prefieren evitar asistir a eventos como este".

Alfaro pronunció una puya directa a la administración López Obrador: "Aquí no podemos guardar silencio cuando se pretende imponer una idea monolítica de lo que significa lo nacional. El futuro de México se debe construir desde la lógica de la pluralidad, del respeto a quienes piensan distinto a nosotros, partiendo de la premisa que nuestro silencio hoy, por miedo o displicencia, nos cobrará una terrible factura mañana.

"Las declaratorias de guerra a la delincuencia fueron un fracaso, sí, pero vamos a hundir al país si pensamos que a quienes quieren someternos generando miedo hay que darles un abrazo. Había que desmantelar al viejo régimen, sí, pero cometeremos un error histórico si justificamos la destrucción del orden institucional y del Estado de derecho a partir de la premisa de que nada funciona. Era urgente separar el poder económico del poder público, sí, pero vamos a colapsar nuestra economía si profundizamos la desconfianza y el temor en el sector privado, simulando una relación estrecha que se limita a actos protocolarios con las cúpulas. Y aquí cabe la pregunta: ¿expresar nuestras ideas nos pone en un escenario de confrontación con el Presidente? Yo creo que es justamente lo contrario".

Otros colaboradores de López Obrador sí fueron a varias mesas y actividades diversas: por ahí anduvieron Paco Ignacio Taibo II y Tatiana Clouthier.

Pero, ¿por qué no asistió Esteban Moctezuma? ¿Qué mejor lugar para defender la visión de la educación de este gobierno que una feria donde se discuten libremente ideas y se escucha a todos? Seguro el secretario de Educación tenía algo mejor que hacer. Seguro.

Y qué lástima por Irma Eréndira, que simplemente rehuyó al debate. La FIL, y el propio gobierno del presidente López Obrador, merecían su presencia y argumentos. Prefirió callar. Ni modo.

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