Ando muy autorreferencial, ustedes perdonarán. Aquí voy de nuevo con el tema expuesto el lunes en este espacio. Ese día abordé algunos de los problemas que se podrían derivar de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien pretende dar dinero a 300 mil comités de paterfamilias para que se encarguen del mantenimiento, e incluso construcción, de aulas escolares.
En esa columna detallo algunos de los inconvenientes de la intención presidencial de replicar lo que hizo con las Estancias Infantiles: así como el Estado ya no promoverá ni vigilará el establecimiento de espacios seguros de cuidado para bebés, pues le dará ese dinero a las mamás, así quiere que sean los padres los que se encarguen de las obras en las escuelas.
Tras haber publicado la columna, topé con otros datos que hacen aún más preocupante la 'original' idea presidencial.
De esa nueva información se desprende que las escuelas 'atípicas', aquellas que por cualquier razón no fueron construidas con estándares del gobierno mexicano, sufrieron más y mayores daños en los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017. Y una manera de definir a las escuelas atípicas es, precisamente, que fueron edificadas vía autoconstrucción, es decir, por padres de familia.
Un amplio informe realizado por el Banco Mundial, la Facultad de Ingeniería de la UNAM y el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) sobre los daños en escuelas por los temblores de hace casi dos años, destaca el comportamiento sísmico de los planteles surgidos de la autoconstrucción.
Expongo enseguida algunos extractos sobre los daños que registraron las escuelas atípicas:
"El 46% de los edificios en la base de datos fueron clasificados como atípicos, ya sea porque no corresponden a un prototipo de INIFED y/o porque se utilizaron materiales poco convencionales en su construcción (como paneles prefabricados, por ejemplo). Una característica más de los atípicos es que muchos de ellos fueron autoconstruidos; tal es el caso de las escuelas en el estado de Morelos, donde se ha tenido la costumbre de permitir que los padres de familia construyan las escuelas sin guía alguna de un ingeniero.
"Para el caso de las estructuras atípicas de concreto, el porcentaje de estructuras registradas con daño nulo es solamente del 53.85%, por debajo de los promedios de las estructuras atípicas de otros materiales y los demás prototipos. Las estructuras atípicas de concreto son en las que se exhibieron mayores porcentajes de daño en columnas y vigas, mientras que las de mampostería presentaron el mayor porcentaje de daño en muros, en consistencia con el uso de marcos para las estructuras de concreto y de muros de carga para la mampostería.
"Las estructuras en las que se presentaron la mayor cantidad de colapsos parciales corresponden a estructuras de mampostería y, principalmente, a estructuras atípicas. Un 72% de los colapsos parciales corresponden a muros en estructuras de mampostería y el 50% de los colapsos parciales se presentó en estructuras atípicas. Este resultado no es de sorprenderse dado que, por lo general, las estructuras atípicas, al no contar con diseños ingenieriles, no son capaces de contener el daño en niveles ligeros a moderados.
"En la base de datos construida, se encontraron 4,911 edificaciones atípicas (de un total de 12,444) a las que no se les pudieron asignar prototipo por ser fundamentalmente de autoconstrucción y/o fueron construidas con materiales distintos de los enunciados arriba. En general, las estructuras atípicas experimentaron mayor daño; dos de las (cuatro escuelas) colapsadas eran atípicas. Dada la variabilidad de las estructuras atípicas, no fue posible extraer conclusiones generales.
"La inherente vulnerabilidad de las estructuras atípicas, construidas en su inmensa mayoría sin criterios ingenieriles, las convierte en un alto riesgo para la comunidad. Estas edificaciones deben ser sustituidas a la brevedad por edificaciones diseñadas con la normatividad vigente y, de preferencia, que obedezcan a prototipos INIFED. Se recomienda orientar el interés de los padres de familia de modo que participen en la sustitución de estructuras vulnerables por edificios basados en prototipos".
En conclusión: las escuelas atípicas tienen un comportamiento anómalo y riesgoso durante los sismos. Dado que atípica y autoconstrucción es prácticamente sinónimo, ¿de verdad queremos que el gobierno traslade a los padres de familia la responsabilidad de construir y mantener en buen estado planteles donde estudian millones de niños mexicanos?
Ojalá alguien en la Secretaría de Educación Pública tenga tantita ética y un mínimo de sentido de responsabilidad para hacerle caso a un estudio que fue hecho por ellos mismos (vía el INIFED).
Porque la SEP tiene la obligación de impedir que en este tema el presidente López Obrador nos salga con aquello de que él tiene otros datos, unos que "demuestran" que la autoconstrucción de escuelas es una buena idea. No lo es.