La Feria

Un recuerdo de Jaime Humberto Hermosillo

Salvador Camarena recuerda un episodio vivido por el cineasta en la Universidad Iteso.

La Universidad Iteso siempre ha presumido de su espíritu liberal. Muerto ayer a la edad de 77 años, el cineasta Jaime Humberto Hermosillo un día le dio a ese centro escolar la oportunidad de demostrar que en efecto lleva a la práctica su credo.

Ocurrió en 1991. Y fue una crisis que tuvo un poco del espíritu medio absurdo de algunas de las escenas de Hermosillo.

Jaime Humberto quería probar el formato de cámara fija que más tarde usaría para rodar La tarea. Antes de lanzarse a la producción que tuvo como estelares a María Rojo y José Alonso, Hermosillo realizó una versión en video.

Como los estudios de Ciencias de la Comunicación del Iteso habían logrado una fama de profesionalismo, no pocos creadores audiovisuales producían o postproducían en esas instalaciones, dirigidas entonces por el profesor Aristeo Macías.

Hermosillo acudió al Iteso a hacer lo propio. Recibió ayuda para hacer un 'transfer' de video de formato V8 a ¾, como bien se recuerda en esta nota de Proceso sobre ese episodio (https://www.proceso.com.mx/157184/escandalo-en-el-iteso-de-guadalajara-por-la-proyeccion-de-la-tarea-de-hermosillo).

Abrir los estudios de Ciencias de la Comunicación a distintos creadores era la manera de aquella escuela, en general, y del profesor Macías, en particular, de provocar acercamientos –aprendizaje directo– de quienes asistíamos a ese plantel con profesionales de la comunicación. Teníamos, en efecto, el privilegio de ser achichincles de afamados directores como Hermosillo, entre otros.

Pero ocurrió una cosa que sería chusca si no hubiera derivado en una violación a los derechos de profesores y alumnos.

Hermosillo vendió el video experimental que precedió a La tarea, filme de resonado éxito. Y en ese video experimental, el director puso un crédito de agradecimiento a la escuela de Ciencias de la Comunicación que le apoyó con el transfer.

Tal video fue incluido en la oferta "para adultos" de clubes de videos para renta. Alguien que lo rentó y vio el agradecimiento al Iteso consideró inaceptable que una universidad de orientación cristiana, y tapatía para más señas, fuera mencionada en un material "pornográfico".

Sin mediar explicación alguna o indagatoria de por medio, el rector del Iteso decidió la remoción del profesor Aristeo, a quien se impidió entrar a las instalaciones, mismas que fueron clausuradas con candados y cambio de chapas. Excesivo de toda forma para un maestro que llevaba dos décadas ahí.

Inició así un momento de convulsión para el Iteso. Alumnos de Comunicación, en plena etapa de exámenes finales, reclamaron la autoritaria decisión del rector, al violentar los derechos laborales de un acreditado profesor, y al no entender que no estábamos frente a una obra audiovisual que fuera contraria, en forma alguna, al libre espíritu que se vivía y enseñaba en el Iteso.

Múltiples creadores y exalumnos hablaron a favor del profesor Macías, pero Luis González Cosío Elcoro, entonces rector de la universidad, se resistía a modificar el fulminante despido de uno de los maestros centrales de esa escuela.

La situación parecía destinada a convertirse en una mancha para el Iteso, que pasaría a tener fama de censor.

Hasta que Jaime Humberto Hermosillo manifestó su apoyo al profesor despedido, agregando que lamentaba el embrollo surgido porque alguien clasificó como material para adultos a su película.

Hermosillo pidió reconsiderar el tema al rector. Caso contrario, se vería obligado a responder las llamadas de la prensa nacional, que ya buscaba al director para que hablara de un caso de censura.

Eso fue clave para que las máximas autoridades del centro manejado por los jesuitas reinstalaran al profesor Macías y, gracias a Jaime Humberto, se ratificara el espíritu de libre pensamiento en esa universidad.

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