La militarización de un país es el predominio del elemento militar impuesto en el gobierno del Estado. Militarizar un país es inculcar actitudes y formas a las personas y agrupaciones civiles mediante una disciplina severa, donde la desobediencia es castigada con sumo rigor, sin juicios civiles, conforme al estilo y las leyes de la milicia, imponiendo con rigor la obediencia plena de los militares.
La militarización en Argentina y el terrorismo militar que me tocó vivir y sufrir junto con mi familia, fue el drama producido por un golpe de Estado que instauró la más sangrienta dictadura militar en la historia de ese país.
El militarismo en Argentina se originó con un golpe militar de Estado, instalándose ‘la más sangrienta dictadura militar’ en la Historia de ese país.
El militarismo es una influencia y una atrocidad generadas y obligadas por los militares en un país, junto con el pensamiento y la actitud en que se apoya, se proclama y se impone, sin vislumbrarse ningún periodo de tiempo de duración en el futuro, afectando los derechos humanos en forma inconmensurable, creando la ignominia de 30 mil desaparecidos.
El militarismo es una influencia obligada por los militares en un país, junto con el pensamiento y la actitud en las que se apoya.
El militarismo, por lo que observé y aprendí en Uruguay, Chile y Argentina, no suele buscar unir a una sociedad con impunidad, injusticia social y manteniendo la tortura a un país democrático, eliminando el terrorismo de Estado, la desaparición forzada, los asesinatos y la injusticia social en la que se convierte aumentando la pesada afrenta al respeto y a la dignidad humana, llenándose de crímenes de detención que se convierten en una pesada afrenta.