Basta con conocer cualquier aspecto criminal y brutal de la “toma” del gobierno por militares golpistas en Argentina, durante la cruel dictadura militar impuesta con suma violencia por el Ejército, para quedar indignados y sumidos en la incredulidad de cómo los militares “robaron” el Poder en forma ilegal, con suma violencia y con una crueldad e inhumanidad sin límites.
Los militares golpistas, ante su inmediata y violenta forma horrenda de exterminar civiles a través de las altas cifras de asesinatos, crearon la muerte injusta de un ser humano de todas las edades…previa una tortura brutal y permanente.
El asesinato de un ser humano civil a consecuencia de la brutal tortura, del “toque” eléctrico, de la inmersión, de la sofocación, por lanzamiento al mar de personas vivas, desnudas y maniatadas y por fusilamientos colectivos por los militares y marinos.
Ningún detenido o víctima de los militares tenían el derecho de contar con un abogado. Sus familiares ignoraban dónde los tenían detenidos, en condiciones brutales y donde el 10 por ciento de las mujeres detenidas y torturadas por el Ejército argentino estaban embarazadas.
En todos los casos se confeccionaban “fichas” para cada detenido en forma ilegal, no registrándolos por sus nombres porque serían identificados en su cruel e injusto cautiverio y desaparición.
Posteriormente, me llevaron a visitar las instalaciones de la Escuela de Mecánicos de la Armada, donde encerraban y torturaban a los detenidos. A las mujeres embarazadas las ayudaban a dar luz a su criaturita robándoselas y asignándolas a esposas de militares sin hijos. Ahí nacerían las Abuelas de Mayo.
¡Nunca pensé que un ser humano podía llegar a tales actos de bárbara criminalidad…!