Salvador Garcia Linan

Inteligencia emocional

Salvador García Liñán indica que una persona emocionalmente inteligente percibirá sus emociones con disposición para tomar acciones, y a la vez tranquilizar y controlar sus pensamientos y sensaciones.

La inteligencia emocional significa la diferencia entre el comportamiento de una forma profesional y socialmente aceptable o lo contrario. Quizás hayas escuchado hablar de inteligencia emocional, sin embargo, mucha gente no sabe reconocerla en ellos mismos y menos en los demás.

La inteligencia emocional es esencialmente la forma cómo sientes, expresas y controlas tu imagen. Con la intención de comprender, cambiar y diseñar tus rasgos de comportamiento, será mejor tu salud mental y tu interrelación social será positiva.

1. Piensa acerca de tus reacciones.

La inteligencia emocional puede significar la diferencia entre una buena reacción y una mala reacción a las circunstancias. Personas deprimidas suelen sufrir dificultades para comprender y controlar sus emociones, afectando su conducta social. Aquí la recomendación sería: date tiempo para analizar los pros y contras de cualquier situación, antes de reaccionar.

2. Observa las situaciones como un reto.

Reconoce las situaciones negativas a las que te enfrentas y percibe las situaciones difíciles como un reto. ¿Tenías mucha fe y posibilidades de alcanzar un buen puesto en una empresa, pero sin saber por qué perdiste la oportunidad de alcanzarlo?

Una persona emocionalmente inteligente percibirá sus emociones con disposición para tomar acciones, y a la vez tranquilizar y controlar sus pensamientos y sensaciones.

3. Puedes modificar tus emociones.

Se dice fácil. Pero se requiere llevar a cabo los esfuerzos necesarios para modificar emociones y reacciones. Un análisis maduro es una herramienta útil.

4. Ponerte en los zapatos de los otros.

Si te analizas y eres capaz de aceptar y enfocar con destreza y habilidad la forma de tu funcionamiento personal, indicará tu buen nivel de inteligencia emocional.

En el desempeño de una posición directiva en una empresa, con presiones de dentro y de fuera, recomiendo diseñar tu propia actuación directiva como una "labor emocional", donde debes revisar, manejar y dirigir tus emociones en función a la importancia de tu puesto, a tus estrategias y al personal a tu cargo, para actuar con mayor dosis de inteligencia emocional.

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