Opinión Salvador Garcia Linan

Mutación del coronavirus

Sputnik V era una vacuna a la cual ya podemos considerar como “old fashion”, ya que su formulación quedó para la Historia.

Para complicar la agonía de soportar a un bicho indeseable e impredecible, como el coronavirus, se ha presentado, para descontrol de los científicos de casi todo el mundo, una "mutación" en su estructura, en su organización y en su disposición. Es otro virus. Es otro cuerpo. Es otra amenaza.

Una mutación es un cambio o una alteración en la estructura de un microorganismo. No es igual a como era antes. Su comportamiento es diferente. Tampoco se le puede combatir de la misma forma. En rigor, se tiene un nuevo enemigo y para eliminarlo hay que analizarlo y reconocerlo porque ya no es igual… es otro organismo diferente al anterior porque experimentó una mutación, por la cual contagia en forma diferente y se requieren diferentes tratamientos para intentar eliminarlo.

Pero las batallas no suelen ser sencillas. El sistema inmune del ser humano carece de los elementos para pelear con éxito, contra muchas enfermedades infecciosas novedosas y muy peligrosas.

Se tiene un virus nuevo, como el coronavirus, pero varios meses después de su aparición y de su instalación hace 13 meses.

Los científicos del extranjero, no los mexicanos un poco atrasados, nos hablan de más mutaciones afectando y cambiando el esquema del comportamiento del virus anterior. De su desempeño destructor. De su defensa.

Con la forma y la estructura del virus modificándose (cambiando) rápidamente, se presenta una nueva preocupación para los investigadores acerca de la posibilidad de que las terapias ya desarrolladas e inclusive el diseño de la formulación de las vacunas fabricadas para combatir la primera ola del coronavirus, formuladas y diseñadas en forma específica, se percatan de que no pueden ser tan efectivas ni se podría generar la esperanza de su control y de su combate, después de su evolución, de su mutación…lo cual no se puede evitar o detener para así resistir los anticuerpos que en forma rápida se han ido desarrollando.

Es el caso de la vacuna rusa Sputnik V, a la cual sus "enunciadores" la encontraron segregada de la nueva lucha contra el nuevo virus, comenzaron de inmediato una infatigable labor científica que pocas veces puede ser coronado por el efecto deseado de inmediato.

Sputnik V era una vacuna a la cual ya podemos considerar como "old fashion", ya que su formulación quedó para la Historia.

Su actualización, lo saben bien los científicos rusos, que llevan a cabo "investigaciones forzadas", los alejó del esquema, del horizonte en el cual pensaron que su vacuna podría hacer algo. La vacuna Sputnik V, ya voló a otros sistemas planetarios.

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