Salvador Garcia Linan

Polución y Covid-19 I

Las personas con problemas respiratorios y los ancianos mayores suelen no estar conscientes o no pueden abandonar la capital para radicar en el interior del país.

¿Nos gusta a los capitalinos seguir "viviendo" en una ciudad tan contaminada como la Ciudad de México, donde la polución eterna hace difícil la respiración y favorece el contagio y el desarrollo del Covid-19?

La Ciudad de México está hundida, encajonada y es una megalópolis contaminada todas las horas del año. Desde siempre ha tenido pésimo aire para la vida humana, contribuyendo a serias enfermedades y alta tasa de padecimientos cardiovasculares, siendo por ello más vulnerable al coronavirus.

A través de la historia sabemos que el desarrollo de la Ciudad de México se ha basado en intereses políticos de corruptos gobernantes, privando de salud a la población. Las numerosas plantas industriales (cientos de ellas) mal ubicadas, sucias y dañinas por sus procesos impuros, pagan "cuotas" para retrasar su urgente reubicación. "Te pago para que no me reubiques".

Las personas con problemas respiratorios y los ancianos mayores suelen no estar conscientes o no pueden abandonar la capital para radicar en el interior del país.

A través de los sucesivos gobiernos corruptos en el antes Distrito Federal, no se tiene ninguna esperanza o intención de comenzar el proceso de reubicación de las cientos de industrias contaminantes.

Se olvida que la Ciudad de México fue erigida por los españoles sobre cinco grandes lagos, desapareciéndolos. A comienzo del siglo pasado, 45 ríos y arroyos corrían a través de la capital mexicana. El río Consulado se convirtió en el Circuito Interior. El hermoso y arbolado Río Churubusco se transformó, cortando miles de árboles de sus orillas, en una desenfrenada avenida de seis carriles para circulación de autos y camiones. En los Viveros de Coyoacán corría un pequeño río con árboles y flores en sus orillas, por su parte poniente y continuaba hasta desembocar en el Río Churubusco. Ahora todo eso está entubado.

Aún recordamos que con el fin de hacer más carriles para la circulación de autos y camiones se eliminaron los camellones arbolados de muchas avenidas. Estas obras, aparte de aumentar el tráfico y la grave contaminación de la Ciudad de México, hizo millonarios a algunos Regentes del Distrito Federal que ordenaban esa destrucción.

Sabemos sus nombres. Sus hijos y nietos son ahora grandes financieros y banqueros. Todos ellos siempre al lado de los presidentes priístas y panistas. Ahora con Morena. (Continuará).

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