Salvador Garcia Linan

Polución y Covid-19 II

Los diversos gobiernos de la Ciudad de México fueron eliminando desde el siglo antepasado, a través del tiempo, bosques, lagos, ríos, arroyos y lagunas para aumentar así el déficit de agua en la Ciudad de México.

Los diversos gobiernos de la Ciudad de México fueron eliminando desde el siglo antepasado, a través del tiempo, bosques, lagos, ríos, arroyos y lagunas para aumentar así el déficit de agua en la Ciudad de México, al convertir sus bosques en pueblos y sus ríos en calles y avenidas.

Se hacía en forma inconsciente, aunque en muchas ocasiones se hizo porque era un gran negocio hacerlo, por ejemplo, eliminando líneas de tranvías y trolebuses y en su lugar aumentar avenidas y calles para camiones de pasajeros de gasolina o diésel, incrementando así, en forma paulatina, la muy grave contaminación de la Ciudad de México.

Desde fines del siglo XIX, en 1895 y por ausencia de planeación se hacía cada vez más necesario dotar de agua potable a la creciente población de la capital. El agua tenía que traerse de fuera de la ciudad, porque se habían ido desecando ríos y lagunas para urbanización y para nuevas vías de comunicación. "Hubo de recurrirse a comprar agua perteneciente a diversas casas de campo: las haciendas de los Morales, los Molinos y muchos más, así como el agua de 1,200 pozos artesianos en viviendas particulares.

Aun así, el caudal de agua no bastaba para cubrir las necesidades de una población que iba en aumento. Se creaban nuevas colonias, lo cual se mantuvo activo hasta el año de 1950 y después, hasta ahora con mucha mayor intensidad por el crecimiento industrial.

En los años de 1901 a 1903 fue aprobado el proyecto para traer agua potable de los manantiales de Xochimilco. Del 20 de junio de 1908 a marzo de 1910 se empezó a "robar" agua potable de los manantiales de Xochimilco, haciendo una notable obra, visible ahora en la avenida División del Norte.

Aun así, la población seguía creciendo junto con más industrias y el agua potable ya no alcanzaba. Por ello, a partir de 1912 se empezaron los bombeos para la Ciudad de México de las aguas de los lagos de los pueblos de Santa María de Nativitas, suprimiendo por un tiempo muy corto los bombeos del lago de Chapultepec. Ahora vemos que Nativitas se quedó sin agua.

Así, en 1913 se destruyeron miles de hectáreas de bosques para la construcción de más de 11,000 casas.

El negocio, como lo ha sido desde entonces, sigue siendo destruir zonas boscosas y húmedas de la Ciudad de México, aunque eso ha significado traer agua potable de lugares cada vez más lejos y en cantidades superiores.

La deforestación era y sigue siendo mayor, aún ahora en 2020, y un gran negocio de autoridades, políticos, funcionarios y constructoras. Observen ahora en las faldas del Ajusco, en la parte sur de la ciudad y la deforestación para vender terrenos y ubicar cientos de viviendas. (Continuará).

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