La fracturación hidráulica de las rocas o, como se le conoce comúnmente, el "fracking", es una técnica nociva utilizada para acceder a grandes depósitos de gas natural y petróleo almacenados durante siglos, en formaciones geológicas a gran profundidad, en donde los sistemas comunes de perforación son inapropiados.
Desde hace dos décadas el fracking se ha convertido en una fórmula útil para extraer gas natural. A pesar de la preocupación por los daños al medio ambiente, el fracking ofrece una posibilidad técnica para explotar más fuentes de energía.
La industria petrolera y las compañías de perforación extranjeras aseguran que es posible recuperar millones de metros cúbicos de gas de esquisto a través del fracking, lo cual ha generado preocupaciones ambientales.
El fracking es el proceso de perforación que utiliza un gran volumen de agua a presión, mezclada con arena y productos químicos potencialmente cancerígenos (nunca nombrados), dirigidos a una profunda zona rocosa para su fracturarla y extraer el gas de su interior.
Estudios previos han mostrado que no es seguro ni libre de afectación a la naturaleza el uso del fracking, tomando en cuenta el excesivo volumen de agua que requiere ser transportado a un alto costo ambiental de lagos y ríos. Por este motivo mi opinión es que toda operación de fracking en México debe ser prohibida por el gobierno (sin corrupción), a través de negar los permisos específicos después del análisis completo del proceso de fracturación hidráulica y la enorme cantidad de agua sobrante químicamente contaminada, dañina, cientos de millones de litros, para su uso en la agricultura o su reintegración a lagos y ríos..
Los ecologistas insisten en que los productos químicos utilizados en el fracking (básicos para la perforación), son parcialmente cancerígenos porque no se puede controlar su expansión ni la contaminación del agua subterránea de pozos y manantiales. Asimismo, por la alta presión del agua para perforar la roca, se han generado pequeños temblores y terremotos.
El fracking fomenta la dependencia perdurable del uso de combustibles fósiles, porque incrementa los efectos del cambio climático.
Los gobiernos se aferran al hecho de que el "gas shale" obtenido proporciona a los países una mayor capacidad energética. Sin embargo, el beneficio, comparado con los daños, aun creándose más empleos es relativo, por lo tanto, en México debe prohibirse absoluta y totalmente el fracking o fracturación hidráulica de las rocas a las corruptas compañías extranjeras de perforación.