En la víspera de lo que será la lucha política por el poder en México en 2024, el año que ahora inicia se antoja complicado primeramente por el difícil entorno internacional:
1. La continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania, aparte de la crisis humanitaria que se ha generado por el éxodo de ucranianos, la pérdida de innumerables vidas humanas, las pérdidas materiales por las atrocidades de los ataques rusos y su estrategia de " tierra quemada” al huir. El resto del mundo iniciando con Europa se ha visto impactado por el incremento de los precios de los combustibles y los granos básicamente y con ello se ha elevado la inflación como un factor que no permitió que la recuperación económica pospandemia se diera como ya venía sucediendo.
2. Por otro lado, la persistencia del Covid-19 que en los últimos días del año 2022 creció exponencialmente en China, y que amenaza nuevamente al mundo no solo de seguir aumentando los contagios, sino que dadas las condiciones de las variantes en el virus, el mantenimiento de los hábitos de consumo chinos, la baja calidad de sus vacunas, la liberación de fronteras por el gobierno de ese país y la terminación de las medidas de control para el objetivo trazado de Covid cero, después de las manifestaciones por los ciudadanos chinos hartos del confinamiento, todo ello puede, según los expertos, no solo prolongar la pandemia sino incluso la posibilidad del surgimiento de un nuevo virus que amenazaría aún más los sistemas de salud en el mundo con todas las consecuencias que ya aprendimos de la pandemia de Covid-19.
3. Después de lo más grave de la pandemia, la recuperación económica global se vio truncada como consecuencia de la guerra por la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación por el aumento de precios de los energéticos y de los granos, así como las altas tasas de interés decretadas por los bancos centrales hacen previsible una recesión, según lo anunció desde los primeros días de octubre pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI).
4. Las tensiones con nuestros socios comerciales del tratado de Libre comercio de América del Norte, por las acciones del presidente mexicano, particularmente en los temas de energía y maíz que serán analizados en la próxima cumbre de jefes de Estado y que buscará evitar los paneles de controversia que mantienen un nerviosismo sobre el futuro de las inversiones en esos sectores y por tanto los negativos impactos en nuestra economía.
Ahora bien en el contexto interno es importante resaltar lo siguiente:
1. La debilidad de la economía que está en un nivel NEGATIVO, un bajo crecimiento en promedio en lo que va del sexenio, es sin duda elementos a considerar seriamente en este año de cara a una recesión internacional y a un mal arreglo en el T-MEC, como resultado de la miopía política para conducir las negociaciones de los temas en controversia y lo obcecado de la línea presidencial.
2. La lucha por las gubernaturas en el Estado de México y Coahuila, tendrán a los partidos políticos ocupados en ensayar estrategias y tácticas de cara a 2024, y será también la arena política para continuar luchando por salvar la democracia liberal, frente al autoritarismo del gobierno y sopesar la voluntad ciudadana de acuerdo a los partidos políticos de oposición.
3. En la SCJN habrá de definirse no solo quien la presida, sino sobre todo, saber si quienes la integran podrán mantener la autonomía de ese poder del Estado o si sucumbe al poder presidencial autoritario y con ello dar una estocada estructural a la democracia en nuestro país.
4. Una cerrada pelea constitucional se avecina por las innumerables demandas que se interpondrán en la SCJN por lo aprobado en materia electoral en las leyes secundarias que no solo atentan contra la Constitución, sino también contra la democracia y que mantendrá a la sociedad atenta al comportamiento de los jueces.
5. Imposible creer que la violencia habrá de disminuir cuando ya los homicidios dolosos en el sexenio han rebasado a los 140 mil y la tozudez de no cambiar de estrategia para enfrentar al crimen organizado, otorga prácticamente un permiso a los grupos criminales para operar a sus anchas en el territorio nacional, por lo que tanto la violencia como la inseguridad, habrán de continuar desatadas y nuestro país seguirá desangrándose.
El espacio nos impide desarrollar otras preocupaciones que vendrán o se agudizarán de las que hoy tenemos, pero la esperanza del despertar ciudadano que se mostró en la marcha del pasado 13 de noviembre, nos alienta a pensar que en los temas arriba enunciados el músculo y su voz se seguirán mostrando para seguirse fortaleciendo para enfrentar la batalla final sobre el futuro de la democracia en 2024.