Samuel Aguilar Solis

Arrancan las campañas

Ya sabemos quiénes van por la presidencia de la República y también que la candidata del populismo autocrático está impulsada por el jefe del movimiento en el poder.

Hoy arrancan oficialmente las precampañas, pero en términos reales son las campañas, es que ahora estamos de manera continua en simulación y más vale llamar a las cosas por su nombre y evitar malabares lingüísticos. Ya sabemos quiénes son l@s candidat@s presidenciales y también sabemos que la candidata del populismo autocrático está impulsada por el jefe del movimiento en el poder y en ‘precampaña’ hace dos años y en el caso de la candidata de la partidocracia o también llamados oposición, por una coyuntura de confrontación con el presidente, su ‘chispa’ en ese momento le permitió ser ahora la candidata y hasta ahí; del exgobernador de Nuevo León su sola participación refleja el nivel de mediocridad en el que la política ha sido arrastrada hoy.

De la candidata del oficialísimo no se podrá esperar mucho, y tampoco se esfuerza en proponer algo nuevo, por supuesto, ella solo deberá mantener una férrea disciplina de no salirse del guion de la narrativa populista y seguir exacerbando la polarización, como ya lo ha venido haciendo en sus recorridos y ahora en sus primeros videos de promoción. Lo hará porque como en la consigna que les da en las iniciativas que el presidente envía a sus legisladores, “no le cambien ni una coma”, así será con ella, si no quiere tener un encontronazo con López Obrador, “la señora”, como le dijo Ebrard, no deberá atreverse a nada y solo, como perico, repetir las ya de por sí trilladas frases de su mentor.

Pero no debería de estar tan segura de que solo siguiendo la narrativa del populismo podrá ganar, la definición reciente de las candidaturas a gobernadores no dejó a todos contentos, y aún faltan las candidaturas de diputados y senadores, y creo lo más importante, las locales de los ayuntamientos y también, por supuesto, las diputaciones locales. Desde hace rato que la política es local y ahí sí se notarán más los brazos caídos, las escisiones, las traiciones, y en no pocos casos, las rupturas abiertas de los que hoy aspiran y al final no serán los candidatos.

El voto duro de los morenistas y sus acólitos se vio cuando la ‘revocación de mandato’, y esos participantes llegaron solo a 15 millones; ahora bien, los beneficiarios de los programas sociales son 25 millones, pero no es absolutamente nada creíble que automáticamente ese número votará por Morena de manera automática por el hecho de tener una tarjeta bancaria (del Bienestar), no hay forma de condicionar los apoyos a la entrega del dinero, además está muy difundido que esos apoyos son del Estado mexicano y no de una persona, como lo quieren hacer creer, y eso es su trabajo de difusión de los llamados ‘siervos de la Nación’; amén que una verdadera estructura territorial de Morena no ha sido capaz de formar, es más, en varias entidades los liderazgos formales son interinos o por mandato de la dirección nacional por las pugnas intestinas entre ellos, en los estados y regiones. Recordemos que la lista nominal ahora es de casi 98 millones de mexicanos. Por lo visto, en los últimos meses y después de estar con mucha exposición en los medios de comunicación, la candidata del populismo NO sube, se mantiene en su preferencia y por tanto, su reto seguramente es si no aumenta, no bajar. Pero si hay una alta participación electoral esa será la verdadera enemiga de ella, más los imprevistos coyunturales en contra del gobierno o de catástrofes naturales o provenientes del exterior, que también puede suceder. Millones de ‘votos switchers’ serán el verdadero campo de batalla y esos serán los que definirán la elección.

La candidata del populismo no tiene realmente nada que presumir para atraer votantes fuera de su feligresía, o acaso ¿va a presumir que en el obradorato la ausencia de una política pública de seguridad ha dejado ensangrentado al país por los más de 172 mil asesinatos y 40 mil desaparecidos?, o ¿acaso presumirá la crisis del sector salud que por negacionismo presidencial a la ciencia, la ineficacia y su obcecación murieron 700 mil mexicanos en la pandemia de Covid, y que no haya medicamentos para los niños con cáncer y la falta de quimioterapias para las personas mayores que las requieren?, o ¿presumirá los recortes presupuestales a los organismos autónomos, a los gobiernos locales y la desaparición de fondos y fideicomisos como los que hizo su jefe en 2020? Y no sigo por falta de espacio. No tendrá pues nada que presumir más que la misma retórica y mentiras, y una narrativa polarizante.

El gran problema para los ciudadanos y para nuestro país es que del lado de la partidocracia no se ve una alternativa que emocione y confronte al populismo, el arranque de la candidata opositora se apagó y los chistes ya no bastan, ni mucho menos la sola confrontación contra el presidente, que inicialmente se dio, aparte de que la misma definición de su candidatura y, ahora, las de los aspirantes a gobernadores están dejando fracturas, renuncias de militantes o aspirantes, y sobre todo NO se ve una estrategia para derrotar al populismo. Del esquirol naranja a la oposición no hay que ocuparse porque se sabe de antemano cuál es su rol en esta campaña, ¿pero los ciudadanos se dejarán llevar por el canto de las sirenas con dizque algo diferente y joven?, una sociedad consciente y en una racionalidad debería de castigar tanto a los que no han dado resultado y a quienes se prestan al juego del autócrata, pero bien sabemos que los votos son emocionales y que la ciudadanía es justo la deuda que nos dejó la transición democrática. En fin, arranca la lucha por el poder de manera formal y también los grupos mafiosos se preparan y frotan las manos, esa es la otra realidad.

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