Nueve muertos y casi 2 mil 600 pacientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) graves en solo dos meses, entre julio y agosto de este año. Una empresa, Imedic S.A. de C.V., contratada sin licitación por una persona que, antes de ser Directora Normativa de Administración y Finanzas del organismo, perteneció a la ayudantía de la Presidencia de la República.
La sabida receta de Andrés Manuel López Obrador se cumplió, al menos en parte: 10 por ciento de capacidad y 90 por ciento de honestidad. Al parecer la funcionaria, Almendra Ortiz Genis, optó por otorgar la adjudicación directa en su décima parte ausente de honradez y manteniendo su mínima capacidad, otorgando 145 millones de pesos a Imedic a cambio de servicios de imagenología durante seis meses, área en que la empresa veracruzana no tenía experiencia alguna. Contrato que se entregó bajo presión de la directora y con pocos días de anticipación.
Un proceso que ha documentado minuciosamente Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), una asociación civil que detesta López Obrador por la misma razón que odia a ciertos medios y comunicadores: muestran las corruptelas de su gobierno, raterías e ineptitudes de las que es responsable en última (o primera) instancia, dado que él designó a los que presume como muy poco capaces pero honestos.
Lo descubierto por MCCI presenta al Comité de Adquisiciones correspondiente rechazando el otorgar ese contrato, y cuatro días después autorizándolo. Tan sencillo como excluir a cuatro de las personas que habían votado en contra e invitando a otras diferentes. Y la razón aducida fue un clásico de esta administración: se iba a ahorrar mucho dinero con Imedic.
Lo barato resultó carísimo, al menos en el impacto sobre el ISSSTE y sus derechohabientes, dadas las numerosas deficiencias del servicio prestado por la empresa. Durante los dos primeros meses del contrato, 57 mil 595 pacientes afectados, la suspensión de 503 cirugías y la reprogramación de otras mil 57 operaciones. Lo más grave fueron casi 2 mil 600 personas en estado de gravedad y las nueve que fallecieron.
Los documentos presentados por MCCI muestran al director general de la institución, Pedro Zenteno, responsabilizando del desastre a Ortiz Genis, al menos hasta septiembre. En noviembre su versión ante el Senado de la República fue muy diferente: Imedic había estado prestando el servicio “con equipo de última generación”, y que no sabía de ninguna muerte al respecto. Culpó, faltaba más, a los medios de comunicación de divulgar falsedades. Con respecto a los informes de los órganos de fiscalización, afirmó que en ocasiones se equivocaban. En la trayectoria profesional del Dr. Zenteno Santaella destaca haber sido director general de Administración en el Gobierno de la Ciudad de México, entonces encabezado por AMLO.
Dado lo que comentó el Dr. Zenteno sobre Imedic y sus servicios, sin duda debe estar sorprendido que la Secretaría de la Función Pública anunció hace dos días que esta empresa queda inhabilitada por 45 meses para celebrar contrato alguno con dependencias o entidades del gobierno a nivel federal, estatal o municipal. Quizá otro igualmente pasmado es el presidente López Obrador, quien afirmó en noviembre que el contrato a Imedic era parte de la limpia que se estaba haciendo en el ISSSTE contra las corruptelas del pasado.
Una muestra notable, sin duda, del combate a la corrupción del gobierno obradorista.