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El Licenciado vuela en categoría 2

Se ha escuchado una y otra vez la cantaleta de que, ahora sí, México está por recuperar la categoría uno en seguridad aérea, solo para ser desmentidos por la FAA y la realidad.

El espacio aéreo mexicano lleva dos años degradado en materia de seguridad. En mayo de 2021 la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) rebajó al país a categoría 2. Una decisión puramente técnica: no se cumplía con los estándares internacionales de seguridad aérea para las operaciones de la aviación comercial. México se unió de esa forma a naciones como Bangladesh, Pakistán y Ghana.

El estilo del Licenciado que encabeza el país ha sido replicado fielmente por sus funcionarios en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. No se trata de actuar frente a los hechos, sino de construir una realidad paralela. Ya mero se logra pasar de nuevo a la categoría 1. Durante largo tiempo se ha escuchado una y otra vez la cantaleta de que, ahora sí, México está por lograr esa meta, solo para ser desmentidos por la FAA y la realidad. Ha sido algo así como el sistema de salud tipo Dinamarca al que se está a punto de llegar, solo que algo falla en el camino. Pero ya merito, en serio.

Ante la tardanza, el Licenciado decidió tomar cartas en el asunto, y lo hizo fiel a su estilo. Genio y figura hasta en los cielos. Nunca falla cuando elabora mentalmente sus argumentos y los presenta en una mañanera con absoluto aplomo para pasmo, mezclada con pena ajena, de los que realmente saben del tema. Los desfiguros son particularmente tristes cuando además involucran a otro país. En tierras nacionales se sabe que el Licenciado generalmente impondrá su voluntad, incluso por encima de las leyes. Parece no entender que en el extranjero hace mucho que México perdió otra categoría 1, todavía más importante: la de país serio.

No podía fallar, y se lanzó a culpar a gobiernos anteriores. Instruyó a sus funcionarios que dijeran a sus similares estadounidenses que, cuando México tenía categoría 1 con otras administraciones, el aeropuerto capitalino era controlado por el narco. ¿Por qué entonces muy calladitos, en dónde estaban? También afirmó que ahora ya no se roban las maletas en los aeropuertos, no como antes. Al parece leyó la palabra “seguridad” y su siempre espeluznante mente se fue por vericuetos extraños.

Otro sobado recurso es, faltaba más, la soberanía nacional. Apuntó que México había cumplido con todo lo que requerían las autoridades estadounidenses “bajo protesta”. ¿Por qué de esa forma? Reclamó airado que con qué autoridad el gobierno de otro país se ponía a juzgar el funcionamiento del suyo, ¿cómo es que se atrevían a calificarlo? La más impactante ignorancia y arrogancia. Imposible explicarle que la FAA está protegiendo la seguridad de los vuelos comerciales que tienen a Estados Unidos como punto de partida o destino, y que poco les importa lo que pueda ocurrir en un vuelo entre León y Oaxaca.

Finalmente, el Licenciado cerró fiel a su estilo. La arrogancia y prepotencia se desvanecieron en el cara a cara que tuvo con el secretario de Transportes estadounidense, Pete Buttigieg. Muy macho hablando de la futura corrida hasta tener al toro enfrente. “El secretario es una persona inteligente y gentil”, dijo en memorable tuit.

En su respuesta tuitera, Buttigieg le agradeció, y no dijo nada de la Categoría 1. Habrá que seguir en espera. Con respecto al Licenciado, su mente seguirá volando en Categoría 2, desde esas alturas viendo en el horizonte un sistema de salud danés, un México que deja de importar gasolinas o, mejor todavía, en que el crimen acepta sus abrazos y deja los balazos.

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