Opinión Simon Levy

Manifiesto por una sociedad del conocimiento del siglo XXI

En la era de la digitalización, transformemos la educación de mercancía en un bien accesible para los que quieren aprender y no pueden. Pasemos del campeonato de la mano de obra barata a la mentefactura.

Simón Levy

Las mil personas más ricas del mundo, necesitaron nueve meses para recuperar sus 'pérdidas' de la Covid-19; la población más pobre, tardará en promedio 10 años de acuerdo a datos de la organización Oxfam.

¿Por qué construir entonces, una sociedad del conocimiento en México, como clave para acelerar nuestra recuperación con rapidez y calidad y la profunda desigualdad social que está aumentando a niveles alarmantes?

En las últimas semanas nos han preguntado ¿por qué capacitar −como lo estamos haciendo− a miles de mexicanos y Pymes en ciencia de datos, inteligencia artificial, aprendizaje acelerado, software y en la enseñanza del inglés especializado?

El patriotismo y el nacionalismo del futuro no está en cerrar fronteras ni envolverse en banderas, sino en dotar como nunca, de competitividad, capacitación técnica y herramientas de habilidades digitales a los ciudadanos como un derecho. Las mayorías para su desarrollo humano, social e intelectual requieren en un Estado moderno de bienestar, habilidades técnicas −no más educacionismo− para saltar la trampa de sueldos miserables.

La promesa de la meritocracia para el que pensaba que entre más educación, tendría más éxito económico, se convirtió en deudocracia. La falsa promesa de la movilidad social con una mejor educación provocó que las colegiaturas estudiantiles −después de las hipotecas− sean la mayor deuda privada en Estados Unidos. Hoy hay miles de doctorantes en situación de calle, frustrados y extraviados de confianza en el provenir. El costo de estudiar aumentó un mil 100 por ciento en las últimas tres décadas.

La sociedad mundial actual, corre el peligro que ante las promesas incumplidas de los movimientos liberales, un nuevo totalitarismo se construya lentamente, con un hedor parecido a la República de Weimar en la Alemania de 1930.

Millones de seres humanos se sienten sin rumbo y el discurso del liberalismo económico e ideologías ortodoxas no son ya funcionales para millones de personas.

El mundo quería y se dejaba seducir por la libertad del liberalismo. El libre comercio degeneró en proteccionismo tramposo. La libre competencia en libertinaje de monopolios. La libre información en la nueva dictadura de los datos. Por eso, el concepto tradicional de 'libertad', fracasó. La libertad sin oportunidades para las mayorías, es dependencia.

En la era de la información y de los datos, la propiedad tradicional ha muerto. Los seres humanos podemos proteger bienes físicos, pero nunca flujos de datos y su capacidad de ser convertidos en inteligencia pública. ¿Cómo el Estado regulará el bien más importante del futuro: la información? ¿Cómo los seres humanos nos enfrentaremos y aprovecharemos para el bien común a la inteligencia artificial y el aprendizaje acelerado?

La inteligencia artificial es la capacidad de identificar la intuición presente más acertada que determine la conducta y la decisión futura de un ser humano o de cualquier instrumento electrónico que procese datos. Esta definición transformará la vida de millones de seres humanos.

El mundo vivió en el siglo XX procesos de expropiación y nacionalización de bienes, recursos naturales y grandes infraestructuras para salvaguardar el interés nacional o monopolizar. En el siglo XXI, los grandes dilemas de expropiación estarán en la información y millones de datos producidos.

Los invito a construir en libertad desde hoy un movimiento por y para el conocimiento, juntos por el porvenir de México.

En la era de la digitalización, transformemos la educación de mercancía en un bien accesible para los que quieren aprender y no pueden. Pasemos del campeonato de la mano de obra barata a la mentefactura. Construyamos una red de valor para la inversión más importante: capacitar hoy a la gente para los puestos que el futuro exigirá. Hagamos resiliencia para el bien de las mayorías.

En junio de 1920, hace 100 años, José Vasconcelos inició la cruzada nacional contra el analfabetismo. Hoy, a un siglo de distancia toca otra gran cruzada: la alfabetización e inclusión digital.

Desde el niño en el poblado más lejano, hasta los adultos mayores de la ciudad. Ese es mi compromiso por México.

Te invito a sumarte.

Advertising
Advertising