Tatiana Clouthier

Como escucho

En su mensaje del domingo, el presidente López Obrador se centró en su fuerte y en lo que ha prometido desde hace años al enfocarse en la población más vulnerable.

"La esperanza es una fuerza poderosa que, si no existiera, habría que inventarla" : AMLO .

El presidente el domingo dio un mensaje combinando datos de informe con propuestas para atender las consecuencias económicas de la pandemia. Si se presta atención al mensaje, expuso claramente su interés y defendió sus compromisos de campaña con los más desprotegidos.

Como lo ha repetido desde su campaña presidencial de 2006, el presidente defendió su principio de "primero los pobres". Deja fuera al otro sector de la población que genera aproximadamente 70 por ciento de los empleos. También, se deja fuera al sector del turismo que ha sido una de las tres principales fuentes de recaudación del Estado y que sufrirá de manera importante los efectos de la cuarentena.

Por ello, para muchos el mensaje quedó corto, trunco o no era lo que esperaban. No obstante, es necesario entender la esencia del aviso. Primero, el presidente se centra en su fuerte y en lo que ha prometido desde hace años al enfocarse en la población de menores ingresos y más vulnerable. Por otro lado, la claridad de que no se puede repetir otro Fobaproa en el que se pide un sacrificio igual a todos los mexicanos sin importar su condición de vulnerabilidad social. Por último, será el equipo económico del gabinete quienes darán los detalles del plan de reactivación y de las medidas que irán dirigidas al sector al que no se le habló directamente. De esta manera, se deja la parte técnica del discurso a los expertos como sucede con las conferencias vespertinas de salud, como diciendo: zapatero, a tus zapatos.

¿Qué queremos y qué debemos esperar? Una propuesta más detallada y sólida de los créditos que se otorgarán a las Pymes, como hace un par de días anunció el secretario Herrera por Twitter. En segundo lugar, se debe garantizar una devolución rápida y expedita de los impuestos por parte de Hacienda. Además, se debe buscar un respiro fiscal coordinado entre gobierno y sector privado para poder seguir creando fuentes de trabajo y para contribuir con los impuestos para, así, poder fortalecer los apoyos a los más desprotegidos. También, debemos promover la creación de un motor tripartito: estado, iniciativa privada y sector social que impulse, como durante los años posteriores a la gran depresión de 1929, a la economía y al aparato burocrático hoy detenidos por la pandemia.

La creatividad y, sobre todo, la coordinación desde la SHCP, Secretaría de Economía y la Presidencia deberán darse para tejer fino y así alentar la economía de los sectores no mencionados en el informe del domingo para poder seguir diciendo: primero los pobres. Si esta tarea no se da de manera efectiva, entonces no habrá cómo apoyar ni a los pobres.

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