Tatiana Clouthier

El noroeste

Si volteamos a la historia, Paco Labastida y 'Malova' ya le han hecho mucho daño a Sinaloa como para permitirles que continúen, escribe Tatiana Clouthier.

Sí, ya sé que escribimos en un periódico que cubre la zona opuesta: el Noreste. Sin embargo, debido a que nací y crecí en Sinaloa, y porque represento a la primera circunscripción, debo poner el tema en la mira nacional. Por ello haré un poco de historia de dos de nuestros exgobernadores: Francisco Labastida y Malova.

Pese a haber conseguido la gubernatura mediante un fraude electoral, Paco Labastida, mediante su esposa, contribuyó a impulsar la cultura en Sinaloa a través de la recuperación de espacios patrimoniales como casas históricas y demás obras que lograron redundar en bienestar para el estado. Por otro lado, Malova (por lo que la gente dice) apoyó a que no llegara un gobernador peor.

Así las cosas, también tuvieron su lado muy oscuro. Paco Labastida propuso pensión vitalicia a los gobernadores de Sinaloa, dañando el patrimonio del estado. Pese a esto, resulta increíble que esa no haya sido la mayor de sus averías, pues lo que marcó su periodo de forma constante y visible fue su ataque sistemático a la libertad de expresión por todas las vías posibles.

Por otro lado, Malova robusteció la nómina, creció enormemente la deuda pública, y saqueó los servicios de salud con compra de paracetamol a un precio 50 por ciento más elevado de lo que se encontraba en el costo de mercado. Sólo imaginarse que compraba un medicamento que costaba cuatro pesos, a nueve pesos, es indignante y ejemplifica la corrupción que reinaba durante su mandato. Aunado a esto, por si fuera poco, eso no fue lo peor que hizo Malova. El ejemplo de la corrupción e impunidad se vislumbra en el hecho de que su escolta fue acusado de brindarle protección a uno de los mayores narcotraficantes del país.

Así pues, surge la pregunta de: ¿A qué viene todo esto? Ya ha pasado tanto tiempo y éstos se fueron del estado. Pues, ni más ni menos que no quedaron contentos con todo el daño que le hicieron y desean seguir haciendo, al buscar la instalación de una planta de amoniaco en el norte del estado: en Bahía Ohuira.

Se puede pensar que crearán trabajos, pero en realidad van a destruir más de los que crearán. Sobre todo, atacan a la naturaleza y nuestras propias fuentes de alimentos, rompiendo incluso cadenas de valor.

Bahía Ohuira es una región hidrológica prioritaria, pues ahí habitan gran cantidad de aves que reposan, animales en peligro de extinción; es también un lugar donde viven y se desarrollan especies acuáticas diversas, como el camarón, y es también cuna de crustáceos.

De permitir la instalación de la empresa surgirá un problema serio con el tema de mareas rojas y se incrementaría el problema de pesticidas en zonas aledañas. Es importante entender que se estaría alterando el ecosistema del área. Se tiene que evitar.

Si volteamos a la historia, Paco y Malova ya le han hecho mucho daño a Sinaloa como para permitirles que continúen. Ya se sirvieron de nosotros, lo mínimo que podrían hacer es retirarse de la vida del estado, ¡no más!

RÉPLICA FRANCISCO LABASTIDA:

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