No voy a hablar del Informe presidencial, pues ya muchos se han y se están ocupando de ello. Hablaré del inicio del segundo año de trabajo del Congreso federal.
Sí, ayer a las cinco de la tarde inició formalmente este periodo y habremos de trabajar para sacar adelante los retos de los nuevos tiempos.
No puedo, sin embargo, dejar de reconocer que hemos realizado cosas importantes durante este año. Entre ellas se encuentra sin lugar a dudas la aprobación de 11 promesas legislativas expresadas a lo largo de la campaña, de 12 prometidas. La que resta, ya está en la lista para poderla sacar adelante y es ni más ni menos que una de las más deseadas por la sociedad: la del fuero, esto es que ningún funcionario público goce de privilegios ante la ley, y sea tratado como cualquier ciudadano común si comete algún delito.
Para antes de que acabe 2019, tenemos la idea de poder aprobar la ley para la realización del Instituto de la Salud que habrá de poner las bases para cambiar la manera en que se ha atendido la salud en el país. También tenemos la obligación de aprobar la Ley de Ingresos y el Presupuesto, así como las leyes secundarias de educación.
En relación a la Ley de Ingresos podemos decir que está de entrada el compromiso de no mover la fórmula de los impuestos, es decir, que no suban ni bajen. Lo que sí estamos viendo es qué deberá pasar en relación a los negocios en plataforma.
También se ha dicho que Morena busca volver a implementar la tenencia. En realidad la propuesta debería ser que cada estado asuma su propia responsabilidad y cobre impuestos verdes en beneficio del medio ambiente y sobre todo a favor de la movilidad.
En cuanto al Presupuesto, el presidente ha pedido apoyar las propuestas enfocadas en tres áreas: fortalecer los programas sociales para que éstos se consoliden, recursos para el avance de Pemex, dejado en el olvido por años, y por último seguridad, seguridad y seguridad, el gran reto más grande del Ejecutivo federal.
Por otro lado, y en el terreno de lo personal, traigo en mente y se suman muchos legisladores, lograr otra demanda ciudadana: bajar el recurso a los partidos políticos.
Con el punto anterior, se lograría no solo ser congruentes con un clamor ciudadano, ir en congruencia con la austeridad republicana y lo mejor de todo es que los militantes de los partidos sean quienes apoyen al mismo en su funcionamiento ordinario.
Se tiene un gran camino por recorrer y recuperar o por lo menos ir mejorando la imagen del Poder Legislativo, que tan desprestigiado había estado.
Feliz mes de la Patria.