Lo Básico

2020 con cambios en la pesca

Una nueva talla de captura del mero, la principal especie de captura en Yucatán, podría provocar cambios sociales y ambientales para este estado, opina Verónica Martínez.

El Año Nuevo "pinta" con grandes retos para el sector pesquero de la Península de Yucatán.

Luego, luego arrancando el 2020 se definirá la nueva talla de captura para el mero, la principal pesquería del estado y la que provee a los estadounidenses, ya que prácticamente el 90 por ciento de lo que se captura por los barcos de mediana altura es de exportación.

La tradicional costumbre regional del pescado frito o ceviche fresco con mero, quedó atrás, ahora se hace con rubia, canané, sierra chac chi o "lo que haya", dicen los que saben, porque el poco mero que queda es para exportarlo y se encuentra en aguas de mediana altura.

El mero ribereño que se captura es chico y para evitar seguir capturándolo, los representantes del sector pesquero (empresarios, líderes de cooperativas, investigadores, funcionarios estatales y federales) se reunirán en estos primeros días de enero para decidir sobre una nueva talla de captura, una más grande que prohíba que se saquen los meros chicos o juveniles y dejar para otro año la ampliación de la veda de 2 a 3 meses.

De acuerdo con los exportadores, el 60 por ciento del mero que se captura es de mediana altura y el resto es de la pesca ribereña, por lo que el impacto de ampliar la talla de captura para que sean ejemplares de un kilo en promedio será fuerte, tanto ambiental como socialmente.

Contexto

El mero, una especie familiar de Nemo, el pececito de la conocida caricatura de Walt Disney, es un pez carnoso y suave, es solitario, le gustan las sardinas, así que moviliza a varios pescadores para la captura de "sardinitas" que las salan y las van usando una a una en los cordeles que conforman el palangre o la línea, que son las artes de pesca para esta especie.

Es el pez predilecto de la langosta y por eso se vincula la buena pesca de mero con la langosta y el pulpo, ya que para el octópodo, la langosta es un plato preferido.

El mero es la principal especie de captura del estado de Yucatán por su impacto social, ya que su temporada va de abril a enero del siguiente año.

Los precios por kilo han ido al alza por la escasez que ha habido en los últimos años, hoy las plantas pagan en promedio 130 pesos por kilo de mero mediano y 175 pesos por el mero grande.

Los mejores meros son los grandes, a los que se les puede aprovechar el 46 por ciento de su carne para tener filetes y exportarlos.

Es una pesquería que genera miles de empleos en la pesca, pero también en la industria, ya que se emplea mano de obra para hacer los filetes, limpiar y empacar el producto.

Las capturas han ido en declive y la decisión de ampliar la veda de un mes a dos meses, no ha dado resultados, es por eso que ahora decidirán por ampliar la talla de captura.

La decisión se tomará en medio de inconformidades por parte de los pescadores, ya que a decir de los propios líderes pesqueros, el nuevo padrón de pescadores que se hizo en dos etapas en este año tiene fuertes fallas, dejando fuera a los verdaderos pescadores y aunque se dio margen para rectificarlo, los augurios son que para el 2 de enero que se publiquen las nuevas listas, habrá inconformidades.

¿Y del pulpo?

Esta pesquería cerró la temporada con una captura de 23,970 toneladas, lejanas a las 36 mil del año pasado.

Según los datos oficiales, casi 14 mil toneladas del total fueron de pulpo maya y apenas se exportó el 10 por ciento, mucho más lejano del 30 exportado del año pasado.

Ya hemos platicado en este espacio sobre las razones de la caída.

Este año sí habrá inventarios, ya que los más de 6 inspectores de Conapesca qué hay en la entidad, están inventariando lo qué hay en cada planta congeladora.

En las últimas reuniones del sector se propuso que se abriera una temporada de captura especial para los meses de febrero y marzo, justo cuando está la veda del mero.

Sin embargo, los indicios son que esta propuesta no prosperará, ya que requieren del aval del Inapesca y apenas hace unas semanas la directora regional en Yucatán, Josefina Santos, se jubiló y aún no hay nueva designación.

La jubilación de la Dra. Santos sorprendió a muchos, ya que fue parte impulsora de lo que se ha logrado como los comités de mero, de pulpo, entre otras cosas.

Otro reto que se enfrenta en esta pesquería son las certificaciones de Cofepris a las 15 plantas que exportan el 60 por ciento del pulpo del país, ya que los cambios han retrasado los trámites y para muchas plantas el certificado vence en estos primeros meses del 2020.

Del pepino nada

Y de la pesquería del pepino nada de nada.

Este año apunta a que tampoco habrá temporada, ya que no hay biomasa suficiente.

La presión social es fuerte, porque febrero y marzo con veda de mero, sin oportunidad para el pulpo y sin abrir cuota para el pepino, podría desencadenar en presiones por abrir al pepino de mar.

Este 2019 no se abrió temporada de pepino de común acuerdo entre el sector, para evitar una mayor depredación de otras especies, así que en el 2020 podría repetirse el escenario.

El sector pesquero con sus más de 12 mil pescadores y sus más de 100 congeladoras enfrentará un 2020 con muchos retos.

Que venga pues el 2020, demos la bienvenida.

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