En medio de los anuncios de confinamiento por la pandemia del coronavirus, el Senado de la República aprobó la expedición de una ley que protege, promueve y respeta el maíz nativo con sus diversas variedades.
Con el nombre Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, se reconoce al maíz criollo de México. Se visibilizan los maíces nativos de color rojo, negro, blanco, amarillo, que por años intentaron ser desplazados de los milperos del territorio nacional, pero que sus tradiciones y costumbres no han permitido que desaparezca, además de que persiste el intercambio de semillas criollas y hay esfuerzos de bancos de semillas de algunos investigadores en diferentes estados.
La ley busca declarar al maíz nativo como Patrimonio Alimentario Nacional, se va a fomentar su desarrollo, productividad, competitividad y biodiversidad.
Se van a promover las actividades de los productores originarios de maíz nativo.
En Yucatán y los estados vecinos hay ferias de semillas para intercambio, justo antes de las siembras de la milpa, en mayo o junio.
Y con la ley se van a establecer los mecanismos de protección al maíz nativo, en cuanto a su producción, comercialización, consumo y diversificación constante.
Quien llevará a la práctica todo será un Consejo Nacional del Maíz (Conam), que se debe instalar en 90 días y se integrará por un presidente que podrá ser el titular del Poder Ejecutivo federal, un secretario técnico que será el titular de la Subsecretaría de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y representación de la sociedad civil, campesinos, comunidades indígenas y académicos, quienes tendrán voz y voto para participar en las políticas públicas para el fomento y protección del maíz nativo, revisar y proponer cambios a los programas de semillas de maíz, coadyuvar para la autorización y supervisión de los bancos de semillas y resolver sobre las autorizaciones de patrimonio alimentario.
También se creará un Programa Nacional de Semillas, el cual estará a cargo de la Sader con la colaboración y supervisión del Conam, para crear bancos de semillas para el almacenamiento, mejoramiento y preservación del hábitat y de las tierras.
También asegurar el abasto de semillas en condiciones de equidad. Proteger y fomentar el maíz libre de organismos genéticamente modificados, entre otros.
La ley es un reconocimiento al maíz mexicano, al grano básico del país, al insumo indispensable en la alimentación mexicana. Hace visible el trabajo de miles de milperos, campesino, productores de autoconsumo en México, que con mejoras logran el nivel comercial, pero que su base productiva son las tradiciones y costumbres de intercambio de semillas con sus familiares o amigos de otros pueblos.
Dimensiones
En México la producción de maíz se realiza en dos ciclos, otoño-invierno que requiere de sistemas de riego, inversión, es costosa y de alcances comerciales, se realiza en Sinaloa y Jalisco principalmente.
Y la primavera-verano, que es la que se realiza en el territorio nacional, depende de las lluvias y el 90 por ciento de la producción es de autoconsumo con variedades nativas. Los alcances comerciales son mínimos.
Así que reconocer y darle el valor a nuestras variedades de maíz es un paso, vendrá la implementación para que se fortalezca lo que ha persistido por años.