Lo Básico

Ingenio, se requiere ingenio

Aun sin ferias y tianguis, los ganaderos de la península de Yucatán han mantenido el ritmo de ventas. ¿Cómo lo han hecho? Con ingenio.

Producir y comercializar alimentos requiere mucho ingenio en tiempos de Covid, mucho más que el que ya se le imprimía antes de la pandemia.

Por décadas la producción del campo siguió un patrón y siempre cojeó de lo mismo: la comercialización.

Aunque se decía que se hacían esfuerzos de venta, de comercialización, de vinculación de productores con el mercado, con restauranteros, con hoteleros, con tiendas de autoservicio, la realidad es que los productores han padecido lo mismo.

Producen, logran buenas cosechas, buenos productos, calidad y no tienen asegurado el mercado, o el comprador es el mismo de siempre o viven atados al famoso 'coyote'.

Si en este escenario había productores que se las ingeniaban para salir adelante, para sacar sus cosechas, su producción; con la presencia del Covid han tenido que ingeniárselas aún más.

Ingenio, mucho ingenio, reinventarse, renovarse, probar lo que no se había hecho antes porque la venta del sector agropecuario y agroalimentario ya no es igual.

Una probadita

Por ejemplo, los criadores de ganado en Yucatán son muy reconocidos en el sureste y en Centroamérica, por la calidad genética, pero también por el estatus sanitario, el control sanitario que se tiene en la península.

Bueno, pues este sector hacía sus ventas en las ferias ganaderas, en los tianguis ganaderos, exhibía a sus sementales, hacían pistas de calificación y la cúpula del sector ganadero de las diferentes razas se reunía en las ferias que se organizaban con carácter nacional e internacional.

De ahí salían ventas muy buenas de sementales campeones valuados en 80 mil pesos, por mencionar un número medianamente cercano.

¿Cómo le han hecho para vender, si en Yucatán no están habilitadas las ferias y tianguis, para evitar contagios?

¿Cómo venden sin que el comprador vea, sienta, huela y escuche al animal que va a comprar?

Pues los 60 criadores de ganado de registro, que lidera Esteban Abraham Macari, se las ingeniaron, hicieron un catálogo de venta virtual y uno en papel y aun sin ferias ganaderas y tianguis han mantenido el ritmo de ventas.

La prueba de fuego será Ixmatkuil, la feria de gala que cerraba todos los años con eventos internacionales y pistas de calificación, subastas, entre otras actividades, de donde salían las ventas internacionales y nacionales.

El ingenio es lo que ha permitido salir adelante en la comercialización.

Porque si bien la actividad agropecuaria, la producción de alimentos es una actividad básica y esencial y todos demandaremos comida, lo cierto es que hay un camino muy largo y sinuoso entre lo que se produce y lo que que llega a nuestra mesa.

Otras estrategias han sido la venta por redes sociales, toman pedido de quesos, o borregos, miel, cebollitas y se destina un día de la semana para viajar a la capital del estado y hacer entrega de los pedidos.

La producción en el campo y el mar no se detienen y el ingenio del productor no puede estancarse, debe redoblarse para salir a flote.

Como la venta de pescados y mariscos en cruceros o redes sociales.

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