Lo Básico

Un toque de dulzura

El reto para Juan Cortina Gallardo está en adoptar y adaptar las estrategias para acercar y endulzar más la relación del sector agropecuario y agroindustrial del país con el gobierno federal.

La caña y su industrialización en azúcar aportan sabor y en dosis adecuada la energía que complementa a nuestro cuerpo, pero además, es una agroindustria consolidada y que ha enfrentado etapas fuertes en su historia.

De esta agroindustria es de donde proviene el nuevo presidente de la cúpula agroempresarial, Juan Cortina Gallardo.

La semana pasada se realizó el cambio de estafeta en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), donde se agrupa la cúpula agroempresarial del país, las grandes productoras de alimentos y proveedores de servicios se concentran aquí.

Desde febrero de 2017 y hasta la semana pasada, Bosco de la Vega encabezó al CNA, un hombre pionero en la exportación de hortalizas de alto valor desde Baja California, cuatro años atrás fue Benjamín Grayeb, productor y exportador de aguacate en Michioacán y cuatro antes, Jaime Yesaki, avicultor de Nuevo Léon.

La relación del CNA con el Poder Ejecutivo ha sido sólida, cordial y con altas y bajas, dentro de las negociaciones o cabildeos.

En esta administración federal de la cuarta transformación, el agroempresario Alfonso Romo jugó un papel muy importante para la relación del sector agroindustrial con el Poder Ejecutivo.

Y al finalizar el periodo de Bosco de la Vega, llega Juan Cortina Gallardo, propietario de Grupo Azucarero México (GAM), y parte de la agroindustria azucarera que en México tiene una gran relevancia social y productiva.

Cortina Gallardo ha sido presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera, ha sido negociador con los productores cañeros del país, presenció la expropiación de ingenios y luego la puesta en venta de ellos.

También ha presenciado la llamada ley cañera y como industrial azucarero, ha ido adaptando y adoptando las tendencias del consumo y de la salud y ahora el reto está en adoptar y adaptar las estrategias para acercar y endulzar más la relación del sector agropecuario y agroindustrial del país con el gobierno federal.

Llega con un sector creciente, con un consumo estable y con retos por delante, como la conciliación para el uso o no del glisofato, como los tratos preferenciales o no para los impuestos o precios de gasolina, o para un trato diferencial o no del outsourcing.

Algunos miembros del sector azucarero han mostrado empatía con el gobierno federal y en abril del año pasado donaron miles de litros de alcohol para fabricar gel antibacterial

La dulzura de la caña, la relevancia social, su papel económico y las primeras declaraciones públicas de Cortina Gallardo, permiten ver que buscará un acercamiento con miras a engranar y trabajar en conjunto con el gobierno federal.

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