Mañana se celebrará en Washington la Cumbre de Líderes de América del Norte, que no sólo se retoma después de cinco años, sino que será la primera reunión presencial de los presidentes López Obrador, de México; Joe Biden, de Estados Unidos, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
De acuerdo con la Casa Blanca, durante la cumbre los jefes de Estado de los tres países reafirmarán sus fuertes lazos e integración, al mismo tiempo que trazarán un nuevo camino para la colaboración para poner fin a la pandemia de COVID-19 y promover la seguridad sanitaria, tema fundamental para mantener las fronteras abiertas.
Sobre ese punto, el canciller Marcelo Ebrard subrayó “el interés a nivel regional por promover el acceso universal a las vacunas, por lo que (hablaremos de) cuáles son las responsabilidades de los tres países respecto al resto del mundo, en donde ha habido una enorme desigualdad en el acceso”.
Hasta ahora, 52.2 por ciento de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19. Pero sólo 4.6 por ciento de las personas en países de bajos ingresos ha recibido al menos una dosis, advierte el sitio Our World in Data.
Además, en la cumbre de Washington se abordarán los temas de competitividad y crecimiento equitativo, para incluir el cambio climático, y una visión regional de la migración.
Según el anuncio sobre la reunión de mañana en la Casa Blanca, el fortalecimiento de la asociación entre México, EU y Canadá “es esencial para nuestra capacidad de reconstruir mejor, revitalizar nuestro liderazgo y responder a una gama cada vez mayor de desafíos regionales y globales”.
El lema de Biden es ‘built back better’ y es lo que buscaría plantear a sus pares de México y Canadá para reconstruir lo perdido durante la pandemia.
En esa línea va el proyecto de ley de infraestructura en EU por un billón de dólares, promulgado el lunes y que incluye fondos para transporte, banda ancha y servicios públicos, entre otros.
La reunión entre los tres jefes de Estado se debió haber llevado a cabo casi inmediatamente después de que Biden resultara electo o de que tomara posesión en enero, porque era prioritaria para los tres países, opina la embajadora eminente Martha Bárcena.
Es bueno que se celebre en noviembre, pero ya se perdió tiempo fundamental para atender varios temas que son urgentes para incrementar la competitividad de América del Norte contra el resto del mundo y particularmente contra China, agregó la también exembajadora de México en Washington al programa La Silla Roja de El Financiero Bloomberg.
Hace unos días AMLO dijo que, de surgir el tema en su visita a Washington por la incertidumbre que causa en EU la política energética de México, defendería su iniciativa de reforma constitucional con el argumento que las empresas “no quieren dejar de robar”.
En el tema de la transformación hacia una economía verde, que implica la transición energética, es donde las visiones de México están más distantes de EU y Canadá, considera Bárcena.
Para México “es importante entender cómo se va a transformar la matriz energética de EU y la de Canadá, porque desde el TLCAN (…) había una columna vertebral de esa integración y era el sector automotor”, recordó la también consejera en Latin America Center.
Pero “si nosotros no nos subimos a la transformación del sector automotor (a partir de la diversificación) de la matriz energética, nos vamos a quedar fuera y entonces el TMEC va a dejar de tener los beneficios (para México) que podría tener”, alertó.
El comentario de Bárcena es oportuno, pues recientemente el tema de los autos eléctricos se convirtió en un punto de tensión en la relación comercial entre México y EU.
La embajada de México en Washington envió una carta a congresistas estadounidenses donde expresa su preocupación por una propuesta legislativa para otorgar incentivos fiscales a los consumidores que adquieran vehículos eléctricos producidos en EU.
Según el gobierno mexicano –al igual que el canadiense–, habría un trato discriminatorio a los productores automotrices extranjeros y una violación de los acuerdos negociados y alcanzados en el TMEC.
Pero más tardó México en externar su preocupación por los estímulos a los coches eléctricos fabricados en EU, que en recibir una dura crítica de congresistas estadounidenses donde acusan al gobierno mexicano de contravenir sus compromisos en el TMEC en materia energética y de discriminar a empresas de su país.
No hay duda, energía es el tema en el que México está más distante de su vecino del norte.