El subsidio de 100 por ciento a la gasolina regular acordado por la Secretaría de Hacienda para esta semana provocará un importante boquete en las finanzas públicas.
¿Cómo compensará el gobierno federal los faltantes de ingresos? ¿La medida será suficiente para mantener estables los precios y evitar ‘gasolinazos’? No lo sabemos aún.
Para el periodo que va del 12 al 18 de febrero –del sábado pasado al viernes próximo–, el gobierno federal elevó a 100 por ciento el estímulo fiscal semanal en materia de IEPS al principal combustible automotor.
Es la primera vez desde que el mecanismo está vigente, a partir de enero de 2017, que la gasolina magna o regular recibe completo el incentivo fiscal de Hacienda.
El mayor estímulo al IEPS sobre ese combustible es resultado del incremento en los precios internacionales del petróleo, que han experimentado fuertes presiones al alza ante el agravamiento de las tensiones geopolíticas por el conflicto en Ucrania, que ayer se relajaron con la retirada de parte de las tropas rusas.
La medida de la autoridad fiscal, que procurará evitar que el precio de la gasolina aumente más que la inflación, “ayuda a proteger el poder adquisitivo de la población y la competitividad de los negocios”.
Al llevar el estímulo a tope, el consumidor no tendrá que pagar ni un peso de la cuota del IEPS en la gasolina ‘verde’, que es la de mayor consumo en el país.
Según el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación, a partir del sábado y durante siete días el consumidor no pagará los 5.49 pesos por litro que corresponden a la cuota del impuesto, monto que será cubierto por el gobierno.
Para la gasolina premium o ‘roja’, el estímulo fiscal esta semana es de 83.5 por ciento, equivalente a 3.87 pesos, por lo que el consumidor sólo pagará 0.76 pesos por litro de la cuota correspondiente.
En el caso del diésel, el estímulo fiscal es de 89.6 por ciento, equivalente a 5.41 pesos, de manera que el consumidor sólo pagará 0.62 pesos por litro de la cuota del impuesto.
El estímulo al IEPS aplicable a combustibles es un mecanismo para ‘suavizar’ las variaciones en los precios de las gasolinas para mantenerlos constantes en términos reales.
Entre los productos genéricos que tuvieron mayor incidencia en la inflación general de enero destaca la gasolina de bajo octanaje en segundo lugar, después del limón.
La inflación anual de la gasolina magna fue de 9.3 por ciento, que si bien es menor a la de los dos meses previos, está por arriba de la inflación general, que en enero fue de 7.1 por ciento anual.
Las gasolinas se han visto presionadas por el incremento en los precios del petróleo y las referencias internacionales de los combustibles.
Al inicio de esta semana, los precios de los crudos WTI y Brent cerraron sobre 95 y 96 dólares por barril, que representan sus mayores cotizaciones desde septiembre de 2014.
El efecto sobre el precio de la mezcla mexicana no se hizo esperar, pues el lunes se posicionó sobre 89 dólares por barril.
Además de que es su mayor nivel desde finales de septiembre de 2014, acumuló un incremento de 25 por ciento de diciembre a la fecha.
Esa es la razón por la que Hacienda decidió maximizar el mecanismo que actúa como subsidio al consumidor en la figura de estímulo fiscal en materia del IEPS aplicable a las gasolinas.
El costo para las finanzas públicas del país es lo que el gobierno deja de recaudar por IEPS de gasolinas y diésel.
En 2021 los ingresos por IEPS sobre combustibles quedaron por debajo de los programados en la Ley de Ingresos de la Federación en 128.7 mil millones de pesos, además de que el monto captado fue 29.6 por ciento inferior en términos reales al de un año antes.
Sólo en diciembre el efecto de mayores estímulos se tradujo en un desplome de 49.8 por ciento real anual en ese componente tributario.
El incremento en el estímulo al IEPS de gasolinas y diésel respecto a lo previsto tanto en enero como en febrero de este año probablemente agravará la pérdida recaudatoria.
Para reducir esa pérdida en las finanzas públicas, tendría que seguir mejorando la recaudación sin aumentar los impuestos, lo que dependerá de que se reactive la economía por encima de los niveles observados en los últimos dos años. ¿Se podrá?