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Efecto regresivo del subsidio a gasolinas

El IEPS a gasolinas y diésel es una de las fuentes más importantes de ingresos del gobierno, después de los derivados del petróleo, del ISR y el IVA.

El principal objetivo de la política del gobierno de México de “garantizar precios bajos de los energéticos” es que las gasolinas y la electricidad no suban más que la inflación.

Como se sabe, para el periodo que va del 12 al 18 de marzo –del sábado pasado al viernes próximo–, el gobierno estableció al 100 por ciento el estímulo fiscal semanal en materia del IEPS a los combustibles automotores.

Es la primera vez desde que el mecanismo está vigente que la gasolina Magna o regular –la que más se consume–, la Premium y el diésel reciben completo el incentivo fiscal de la Secretaría de Hacienda.

Eso implica que durante los siete días se dejarán de recaudar 5.49, 4.64 y 6.04 pesos por litro de combustible, en cada caso, que corresponden a la cuota del impuesto.

Lo que el consumidor no pagará será cubierto por el gobierno, cuyas finanzas públicas sentirán un fuerte impacto por otorgar el subsidio de 100 por ciento a los combustibles.

Si bien el incremento en el estímulo al IEPS ayuda a proteger el poder adquisitivo de la población de los aumentos en los precios internacionales del petróleo, es una medida regresiva que beneficia más a las familias de altos ingresos.

Esas familias son las que hacen un mayor consumo de combustibles y estarían dispuestas a pagar de más para su movilidad y transporte.

Por el contrario, los hogares de menores ingresos destinan un bajo porcentaje de su ingreso disponible al consumo de gasolinas.

El IEPS de gasolinas y diésel es una de las fuentes más importantes de ingresos del gobierno, después de los ingresos fiscales derivados del petróleo, del ISR y el IVA.

En 2021, la recaudación del IEPS de gasolinas y diésel a nivel federal representó 5.5 por ciento de los ingresos tributarios del gobierno. Sin embargo, un año antes su contribución fue de 8.2 por ciento.

La menor contribución del IEPS de combustibles en los ingresos tributarios del gobierno se explica precisamente por el incentivo fiscal, aplicado para mantener estables los precios al público y evitar los ‘gasolinazos’.

En 2021, la recaudación del IEPS de gasolinas y diésel quedó por debajo de los ingresos programados en la Ley de Ingresos de la Federación para ese concepto en casi 130 mil millones de pesos, lo que representa una pérdida en las finanzas públicas.

La recaudación del IEPS de combustibles aprobada en la Ley de Ingresos para este año es de 289 mil millones de pesos, aunque Hacienda captará menos por la aplicación del estímulo al IEPS, que actúa como subsidio, al que ahora se suma un estímulo complementario sobre el ISR y el IVA.

Todo con la finalidad de que México sea uno de los países donde menos suben los combustibles automotores y sus precios se mantienen más baratos en su equivalencia en moneda nacional, como lo presumen el presidente López Obrador y el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield.

Pero, en la medida en que se reduzcan o diluyan los excedentes petroleros obtenidos por los fuertes incrementos en los precios del crudo, la capacidad del gobierno mexicano para mantener acotado el precio de las gasolinas y el diésel se verá limitada.

El impacto no sólo se dejará sentir en las finanzas públicas del país, sino también en las estatales, pues una parte del pago de participaciones a entidades federativas y municipios –su principal fuente de ingresos– está referenciada al IEPS de combustibles.

Más allá de eso, la pregunta es ¿a quién beneficia el estímulo de 100 por ciento en el IEPS para que no haya ‘gasolinazos’?

Subsidiar los energéticos, además de que no contribuye al cuidado del medioambiente, es una medida regresiva que beneficia más a las familias de altos ingresos, que destinan una mayor proporción de su ingreso al consumo de gasolinas.

El hecho de que su gasto es muy superior al de las familias de menores ingresos, implica que el beneficio del subsidio es aprovechado por el estrato económico más elevado.

De lo que se dejará de recaudar este año por no cobrar parcial o completamente el IEPS de gasolinas, que según algunas estimaciones podría ser al menos el doble de lo que se perdió en 2021, las familias de ingresos más bajos obtendrán un beneficio muy reducido.

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