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La costosa ‘renuncia recaudatoria’ en gasolinas

La recaudación del IEPS de combustibles en enero-mayo de 2022 fue de sólo 9 mil 429 millones de pesos, monto históricamente bajo, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda.

Estímulo fiscal en materia del IEPS a las gasolinas y el diésel. (Cuartoscuro)

En el periodo enero-mayo de este año la recaudación del IEPS quedó por debajo de los ingresos programados en la Ley de Ingresos de la Federación para ese periodo en 105 mil 18 millones de pesos.

Ese monto representa una ‘renuncia recaudatoria’ producto principalmente de la aplicación del estímulo fiscal en materia del IEPS a las gasolinas y el diésel.

La recaudación del IEPS de combustibles en enero-mayo de 2022 fue de sólo 9 mil 429 millones de pesos, monto históricamente bajo, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda.

Como referencia, en el mismo periodo de 2021 la recaudación del IEPS que se cobró sobre gasolinas y diésel fue de 113 mil 40 millones de pesos.

La comparación anual arroja una caída de 92.2 por ciento en términos reales, que es el costo fiscal de que los precios al público de los combustibles automotores no se conviertan en una presión inflacionaria adicional.

En el informe mensual sobre las finanzas públicas publicado el jueves pasado, Hacienda da a conocer que el estímulo a las gasolinas y el diésel influyó para que en mayo el IEPS de combustibles se mantuviera en números rojos por segundo mes consecutivo.

En el quinto mes del año, el IEPS de gasolinas y diésel tuvo un resultado negativo en su captación de 10 mil 813 millones de pesos, después de que en abril fue de 543 millones, también con signo de menos.

Es la primera vez que ese gravamen reporta números rojos desde septiembre de 2014, lo que obedece al 100 por ciento de estímulo fiscal semanal en materia del IEPS a los combustibles establecido por el gobierno desde mediados de marzo pasado.

Una de las fuentes más importantes de ingresos del gobierno era el IEPS de gasolinas y diésel, después de los ingresos fiscales derivados del petróleo, del ISR y el IVA.

Entre enero y mayo, la recaudación del IEPS de gasolinas y diésel a nivel federal apenas representó 0.5 por ciento de los ingresos tributarios del gobierno, cuando en igual periodo del año anterior su contribución fue de 7.2 por ciento.

La menor aportación del IEPS de combustibles en los ingresos tributarios del gobierno se explica por el estímulo fiscal, aplicado para mantener estables los precios al público y evitar los ‘gasolinazos’.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, publicó el jueves en su cuenta de Twitter que “el apoyo para mantener estable el precio de la gasolina, implementado por el gobierno, ha evitado que el precio al público suba a 34-35 pesos el litro y genere un mayor costo de transporte de mercancías y afecte el ingreso de las familias”.

De acuerdo con lo dicho por el funcionario, el precio por litro de la gasolina regular ronda los 22 pesos, pero el estímulo vía IEPS cubre entre 12 y 13 pesos.

“Sin este estímulo, la inflación estaría cercana al 11 por ciento. Estos apoyos se pagan con el ingreso adicional por la venta del petróleo que se vende a un mayor precio que el estimado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022″, agregó Yorio.

Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, y Alejandra Marcos, directora de Análisis y Estrategia de Intercam, coinciden en que si no se subsidiaran las gasolinas en México, tendríamos una inflación de 11 por ciento anual y no de 7.9 por ciento.

“El gobierno del presidente López Obrador no quiere aceptar un ‘gasolinazo’, no lo va a permitir y esto tiene reprimida un poco la inflación en México”, dice Cervera.

“Aun manteniendo esta política de subsidios hacia adelante, considerando que no se va a recrudecer el conflicto bélico y que los precios del petróleo no van a alcanzar niveles de 160 a 180 dólares por barril, no vemos un riesgo importante para las finanzas públicas”, apunta Marcos.

Justamente, si estos apoyos a la “economía popular” se pagan con el ingreso adicional por la venta del petróleo, como dijo el subsecretario Yorio, la pregunta es si hay espacio fiscal suficiente para mantener el estímulo a los combustibles.

Las autoridades hacendarias sostienen que este apoyo no pone en peligro la estabilidad de las finanzas públicas, pero la información oficial revela que los ingresos petroleros excedentes del periodo enero-mayo apenas representaron la tercera parte de la ‘renuncia recaudatoria’ asociada al estímulo a las gasolinas y el diésel.

Lo que queda claro es la dimensión de la pérdida fiscal derivada de la política de estímulos para contener los precios de los combustibles.

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