La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza su estimación de crecimiento económico para México en 2022 de 2.0 a 2.4 por ciento, con base en su actualización de Perspectivas de la Economía Mundial (informe WEO).
En su reporte previo, publicado en abril de 2022, el organismo había recortado el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en este año de 2.8 a 2.0 por ciento, por lo que esta última revisión compensa la mitad de ese ajuste.
Sin embargo, la expectativa de crecimiento del FMI para México en 2023 se revisó considerablemente a la baja, al pasar de 2.5 a 1.2 por ciento.
La economía mexicana mantiene un ritmo de crecimiento moderado y, de acuerdo con el organismo, la producción en el país “aún no retorna a los niveles previos a la pandemia, ya que los servicios y la construcción permanecen rezagados”.
De crecer 2.4 por ciento este año, se pondría por arriba del crecimiento proyectado por el FMI para Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón y países latinoamericanos, como Brasil y Chile.
Y, por el contrario, la rebaja del crecimiento a 1.2 por ciento en 2023 pondría a México al nivel de la zona del euro, pero por debajo de España, Japón, Canadá y algunas de las principales economías de la región, como Argentina, Colombia y Perú.
En línea con la perspectiva actualizada del FMI, la revisión de la Secretaría de Hacienda de sus estimaciones de cierre de las finanzas públicas para 2022 se corresponde con la información del organismo.
Para las proyecciones de finanzas públicas se utiliza un crecimiento del PIB de 2.4 por ciento, menor al 4.1 por ciento utilizado para el Paquete Económico de este año.
En su informe trimestral correspondiente al periodo abril-junio, publicado el viernes pasado, Hacienda subraya que “a pesar de la coyuntura global, la economía mexicana se mostró resiliente y con un desempeño positivo por arriba del anticipado por varias encuestas al inicio del año y hasta junio”.
Lo anterior, abunda, debido a que la actividad económica continuó avanzando, con tasas de crecimiento trimestral y anual mayores a las previstas en las encuestas.
Destaca la estimación oportuna del PIB para el segundo trimestre, que registró un crecimiento trimestral de 1.0 por ciento y acumuló un 2.0 por ciento de avance anual en lo que va de 2022.
De acuerdo con el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, nuestra economía crecerá cuando menos 2.0 por ciento este año, pero “tiene espacio para crecer aún más”.
Aunque México está entre las principales economías de la región cuya expansión, mayor a la estimada en la primera parte del año, provocó una revisión al alza del FMI, la desaceleración de Estados Unidos y la inflación persistente pondrán a prueba la recuperación.
Esa es la razón por la que las previsiones de los analistas en las encuestas aún ‘no compran’ el escenario de un crecimiento de 2.0 por ciento o más en este año.
En la encuesta que levantó el Banco de México entre especialistas del sector privado a finales de julio, publicada el lunes pasado, las expectativas de crecimiento del PIB para 2022 se mantienen en 1.8 por ciento, nivel en el que han permanecido por tres meses.
No obstante, el rango de pronósticos va de 1.0 a 2.4 por ciento, lo cual quiere decir que el escenario más ‘optimista’ está alineado a las proyecciones del FMI y de Hacienda.
Dados los riesgos y el deterioro del panorama, los analistas encuestados por Banxico disminuyeron de junio a julio la estimación de crecimiento de la economía mexicana para 2023 de 1.9 a 1.6 por ciento.
Aun así, el crecimiento anticipado por los analistas de mercados es mayor que el proyectado por el FMI.
En el segundo semestre del año, la economía mexicana enfrentará retos de diversa índole, siendo el principal los altos niveles de inflación, junto con las señales de una desaceleración y los mayores niveles de tasas de interés.
Si bien en la primera mitad de 2022 la actividad económica en México se desempeñó ‘positivamente’, incluso por encima de lo anticipado por varias encuestas, un crecimiento por debajo de 2.0 por ciento para este año y el próximo sigue siendo el escenario más probable.