El presidente López Obrador celebró que, de acuerdo con los datos del INEGI sobre el Índice Nacional de Precios al Consumidor, hay un cierto freno de la inflación en México.
En su conferencia matutina, destacó que “hay buenas noticias (económicas), una muy buena es que se detuvo la inflación. Hoy (ayer) temprano dio a conocer el dato el INEGI y ya no hay mayor crecimiento inflacionario”.
AMLO dijo que él espera que “hacia adelante siga la disminución” de la inflación, “que ya llegó a su techo, a su límite máximo y va a empezar a bajar, ese es mi pronóstico”, remató.
El INEGI informó que en septiembre, el INPC aumentó 0.6 por ciento –con el redondeo de cifras–, con lo que su incremento mensual quedó por debajo del 0.7 por ciento anticipado por los analistas en la Encuesta Citibanamex del 5 de octubre.
Con esto, la inflación anual en México se ubicó en 8.7 por ciento, en el mismo nivel que en agosto previo, lo que indicaría una posible interrupción de las presiones inflacionarias de los meses recientes.
Por su parte, la inflación en el componente subyacente, que excluye los precios más volátiles y anticipa de mejor manera la tendencia inflacionaria, fue de 0.7 por ciento mensual, ligeramente menor a la proyectada por los analistas consultados por Citibanamex.
Sin embargo, la tasa anual de la inflación subyacente se situó en 8.3 por ciento –también con el redondeo de cifras–, por arriba de la de 8.1 por ciento observada en agosto.
Además, la inflación subyacente alcanzó su mayor nivel desde septiembre de 2000, hace justamente 22 años, al mismo tiempo que acumuló 22 meses consecutivos de incrementos.
De las cifras de septiembre se desprende que, por una parte, la baja moderada de la inflación general, que está comenzando a mostrar signos de estabilización, sorprendió a los analistas de mercados.
Y que, por otra parte, no hay que cantar victoria, pues el componente subyacente no sólo se mantiene alto, sino que aún refleja presiones en los precios de las mercancías.
Puntualmente, la inflación de las mercancías alimenticias sigue incrementándose, al hilar en septiembre 16 meses consecutivos con aumentos y ubicarse en 13.4 por ciento anual, su mayor nivel desde diciembre de 1999.
Consultada por este reportero, Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de Bolsa, dijo que, si bien el dato de inflación de septiembre causó una sorpresa positiva, “el diablo está en los detalles”.
Si se compara a tasa anual, la inflación general dejó de subir entre agosto y septiembre, pero cuando se analizan los distintos subíndices, el componente subyacente se incrementó.
Desde su perspectiva, la menor inflación mensual en septiembre tiene que ver con una reducción importante en el precio de los energéticos, que está relacionada con la política de contención de los combustibles y la electricidad.
“Es difícil pensar que la inflación llegó ya a su pico debido a que si observamos más a detalle los números de la segunda quincena de septiembre (…), la sorpresa vino en gran medida de un solo genérico, que es el servicio de telefonía móvil, que se redujo de manera importante, 8 por ciento en una quincena”.
La economista explicó que esto es un evento raro, pues en los últimos años sólo ha habido reducciones tan importantes unas cuatro veces.
Si esta reducción no se hubiera dado, la inflación general habría subido sobre 8.7 por ciento anual, por lo cual es probable que lo observado en septiembre no se vuelva a repetir, indicó Roldán.
En su opinión, si bien hacia adelante se espera que los números se vayan moderando, aún se observarán cifras de inflación en niveles bastante altos y su reducción será lenta.
Suponiendo sin conceder que la inflación ya haya alcanzado un nivel máximo, es un hecho que para fin de año se situará por arriba de 8 por ciento anual, pudiendo incluso subir a 9 por ciento, como lo pronostica Finamex.
Todavía hay mucho camino por recorrer en la dirección de reducir la inflación en México.