El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, tiene hasta el 11 de noviembre para nominar a Alicia Bárcena como candidata de México a presidenta del Banco Interamericano de Desarrollo.
En su carácter de secretario de Hacienda, Ramírez de la O es gobernador por México y, en esa condición, puede nominar candidato.
Justo hace un mes, el 29 de septiembre, el presidente López Obrador adelantó que México iba a postular como presidenta del BID a Bárcena, “una persona honesta”, quien apenas hace pocas semanas asumió como embajadora de México en Chile.
Un día antes, el BID anunció el inicio del proceso de elección del presidente, luego de que su Asamblea de Gobernadores, la máxima autoridad del banco, cesó al estadounidense Mauricio Claver-Carone por haber violado el reglamento de ética interno al mantener relaciones íntimas con una subordinada.
No la tiene fácil la mexicana Bárcena, exsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Ayer mismo, trascendió una carta de fecha 26 de octubre que envió la representante María Elvira Salazar a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, donde le dice que “no podemos permitir que una simpatizante comunista dirija el BID”.
Según la congresista republicana por Florida, la mexicana “celebra la opresión en Cuba y Venezuela”, además de que “es una crítica de los mercados libres”, por lo que EU “debe votar en contra de Alicia Bárcena Ibarra”.
En el cuarto y último párrafo de la carta, Salazar asegura que “según su historial, apoyar a la Sra. (Bárcena) Ibarra sería desastroso. Le pido por favor instruya al representante de Estados Unidos ante el Banco Interamericano de Desarrollo para que vote EN CONTRA de la Sra. Bárcena”.
Si bien la congresista se caracteriza por ser radical y se identifica con los ‘MAGA (Make America Great Again) Republicans’, su carta a Yellen pone cuesta arriba la posible candidatura de Bárcena al BID.
Conocedores del tema dijeron a este reportero que, de cara a la elección del 8 de noviembre en EU, donde están en juego la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, los demócratas no se van a pelear con una republicana por México.
Esta semana el BID informó que la Asamblea de Gobernadores, compuesta por 48 miembros, celebrará una reunión extraordinaria sobre la elección del presidente o presidenta en dos fechas distintas, el 13 y el 20 de noviembre.
La sesión del 13 será virtual y la del 20 será presencial en la sede del organismo en Washington, donde ese día será elegido el nuevo presidente.
Para ser elegido presidente, el candidato debe reunir la mayoría de la totalidad de los votos de los países miembros del BID, así como el apoyo de al menos 15 de los 28 países regionales (26 miembros prestatarios, más Canadá y EU).
El poder de votación de cada gobernador es proporcional al capital suscrito por su país al banco.
Estados Unidos representa 30 por ciento del total de los votos, seguido de Argentina y Brasil, cada uno con 11.3 por ciento, y de México, con 7.3 por ciento.
Más atrás están Canadá, con 4 por ciento de los votos; Venezuela, con 3.4 por ciento, y Chile y Colombia, cada uno con 3.1 por ciento.
El voto de EU no sólo es clave sino decisivo, por lo que en las pasadas reuniones del FMI y el Banco Mundial realizadas hace dos semanas en Washington, el secretario Ramírez de la O aprovechó para hacer cabildeos a favor de Bárcena.
La mexicana cuenta con la simpatía de los países latinoamericanos tras 14 años al frente de la Cepal, el organismo regional de las Naciones Unidas, pero le falta el ‘endorsement’ de EU, sin cuya aprobación difícilmente llegará al BID.
Aunque aún no ha sido postulada oficialmente como candidata, Bárcena tiene en contra que México ya presidió el BID con Antonio Ortiz Mena entre 1971 y 1988.
Desde su creación, el banco ha tenido cinco presidentes: el estadounidense Claver-Carone, quien fue apoyado por Donald Trump; el colombiano Luis Alberto Moreno; el uruguayo Enrique V. Iglesias; Ortiz Mena, así como el chileno Felipe Herrera, a quien se considera creador del BID.
Las condiciones están dadas para que el BID vuelva a tener un presidente latinoamericano.
Veremos si es Bárcena.