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Cuando las buenas noticias son ‘malas’

Víctor Piz analiza el estado de la economía estadounidense a partir de la creación de empleo, la inflación e inercia de crecimiento salarial en el país, entre otros factores.

Sorprendentemente, el mercado laboral de la economía estadounidense continúa mostrando fortaleza.

En noviembre destacaron la alta creación de empleos y el alza de los salarios, si bien la tasa de participación laboral se situó en niveles similares a los del mes previo.

De acuerdo con el Departamento del Trabajo, la nómina no agrícola continuó mostrando un ritmo de creación de empleos robusto, al aumentar en 263 mil nuevas plazas durante noviembre, principalmente en los sectores de entretenimiento y hotelería, así como en los servicios educativos y de salud.

Quedó por debajo del dato del mes anterior, que fue revisado a 284 mil desde 261 mil, pero muy por encima de las 200 mil plazas esperadas por los analistas.

Por su parte, la tasa de desempleo se mantuvo en 3.7 por ciento en noviembre, pese a una marginal disminución en la participación laboral de 62.2 a 62.1 por ciento.

Sin embargo, el salario promedio por hora aumentó 0.6 por ciento mensual, el doble de lo previsto por los economistas.

En su comparación anual, el salario promedio por hora se incrementó 5.1 por ciento para prolongar una inercia de crecimientos salariales en un mercado laboral que no se debilita, como era esperado.

Estos indicadores, más altos que los de octubre, reflejan que el crecimiento de los salarios sigue siendo elevado, lo que apoya las señales sobre presiones inflacionarias aún fuertes en EU.

Para los economistas Santiago Fernández y Carlos Gómez, de Intercam Banco, “esto es una ‘mala noticia’, pues señala posibles presiones salariales acumulándose, con riesgos de que éstas mantengan las presiones inflacionarias hacia adelante”.

Además, la “persistencia al alza en los salarios implicaría que la Fed no cuenta con espacio suficiente para pausar el ciclo de alzas (de su tasa de interés) en su combate a la inflación”.

Para Ben Laidler, estratega de la plataforma de trading eToro, este “es un informe (de empleo) alentador para todos, menos para la Reserva Federal, que está tratando desesperadamente de controlar la inflación” más alta en cuatro décadas.

El hecho es que el mercado laboral en EU sigue fuerte y eso para algunos expertos son malas señales en el sentido de que esperarían una Reserva Federal más restrictiva, pero para otros no.

El apretamiento del mercado laboral sugiere que la economía estadounidense mantiene un paso firme y que, obviamente, tiene que comenzar a resolver su problema inflacionario, si bien la presión se ha atenuado recientemente.

Las condiciones del mercado laboral no convencerían a la Fed de subir su tasa de referencia por encima del nivel de 5 por ciento desde el actual 4 por ciento, pero sí le darían argumentos para mantenerla alta por más tiempo del previsto, lo cual sí es una ‘mala noticia’.

En su próxima reunión a mediados de este mes, la Fed comenzaría a desacelerar el ritmo de alzas de tres cuartos de punto a medio punto porcentual, pues si bien el mercado laboral es una de las referencias para aumentar la tasa, otras son la inflación y la evolución de la economía y los mercados financieros.

De ahí a pensar que la Fed pueda empezar a señalizar un eventual cambio de rumbo en términos de su postura de política monetaria aún parece prematuro, afirma el economista Sergio Luna.

Es pronto para “esperar que en algún momento veamos tasas a la baja, yo creo que vamos a ver una Fed que va a permanecer con una postura restrictiva por un rato”, dice el consultor y analista de temas económicos y financieros.

El entorno luce desafiante para la Fed, que podría enfrentar un camino más difícil para hacer que la inflación baje significativamente, con el riesgo de afectar a la mayor economía del mundo, de la que depende México en buena parte.

El tema es que ‘no hay receta’ para lograr un aterrizaje suave y al menor costo posible de una economía que tuvo un gran rebote después de la pandemia.

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