La oferta pública inicial (OPI) nunca se descartó, pero era el ‘plan B’, pues la venta directa del Banco Nacional de México a un solo comprador siempre fue la primera opción de Citigroup.
La decisión de llevar a cabo una OPI en lugar de una venta directa de Banamex, de la que desistió 16 meses después de que fue anunciada, extenderá el proceso de salida de la banca de consumo y la comercial o empresarial de México al menos dos años.
La apuesta de Citi sigue siendo mantener el negocio de clientes institucionales como parte de una estrategia global.
Su prioridad son los negocios de banca corporativa y de inversión, y su banca privada, donde México es uno de los mayores mercados para la institución financiera fuera de Estados Unidos.
Pero, ¿se puede hablar de un negocio frustrado o fracasado, una venta fallida o ‘maldita’ o, incluso, una pérdida de tiempo?
Después de 16 meses de buscar un solo comprador, Citi optó por desechar ese camino e ir por la oferta accionaria en el mercado de valores, lo que, de ocurrir, se materializa en dos años, cuando López Obrador, quien ‘recomendó’ vender a un inversionista mexicano, no hacer despidos de personal, mantener los inmuebles históricos y el patrimonio cultural en Banamex, así como pagar impuestos por la operación, ya no sea presidente de México.
Hay varias lecturas del tema, pero lo que no se puede ocultar es la cantidad de valor que se destruyó para Citi desde que inició el proceso de venta ni la pérdida de participación de mercado de Banamex.
El 11 de enero de 2022 Citi anunció la salida de los negocios de consumo y banca empresarial en México, lo que podría incluir una venta directa o hasta una operación en el mercado de valores.
Desde entonces se informó que Citi iba a continuar operando su negocio de clientes institucionales con una licencia bancaria local.
El hecho es que del 11 de enero de 2022, cuando se anunció la venta del Banco Nacional de México, al 24 de mayo de 2023, cuando se anunció la venta vía OPI, la acción de Citi en la Bolsa de Valores de Nueva York perdió 32.6 por ciento.
Prácticamente perdió la tercera parte de su valor de capitalización, si bien en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, del alza en las tasas de interés de los bancos centrales para contener la inflación y de las presiones recientes en los sistemas bancarios de Estados Unidos y Europa.
Por su parte, “Banamex continúa detrás de sus competidores”, como BBVA, Santander y Banorte, que están por arriba, según un reporte del equipo de análisis de Intercam Banco:
“El banco (Banamex) pasó de ser el segundo lugar en participación de mercado al cuarto, con el 11 por ciento de los activos del sistema, el 9.4 por ciento de la cartera y el 12.2 por ciento de los depósitos”.
Hace 11 meses, a finales de junio de 2022, en una reunión en Nueva York con representantes de medios latinoamericanos, en la que estuvo presente este reportero, los principales ejecutivos de Citi dijeron que la transacción tomaría todo el año.
La razón es que iban a analizar a todos los potenciales ‘tiradores’, nacionales y extranjeros, pero que la operación se cerraría a principios de 2023.
Luego vendrían las autorizaciones regulatorias tanto en México como en EU y la integración de los sistemas, por lo que entre 12 y 15 meses después se daría por concluida la operación, según la hoja de ruta del proceso.
Llegó enero de 2023 y el proceso de venta del Banco Nacional de México no estaba concluido.
Fue hasta el pasado 25 de abril, en el marco de la reunión anual de accionistas de Citi, cuando su directora general, Jane Fraser, reconoció que la desinversión en Banamex “está tomando más tiempo de lo planeado”.
Semanas antes, a mediados de marzo, durante la Convención Bancaria en Mérida, el director general de Banamex, Manuel Romo, dijo a quien esto escribe que este “es un proceso que puede parecer largo, pero es un proceso de separación y creación de dos bancos de tamaño sistémico”.
A casi año y medio de iniciado el proceso, Citi anunció que lanzará una OPI en el mercado de valores, que se llevará a cabo hasta 2025, previa separación de su negocio institucional en 2024.
Sí, es una ‘vuelta en U’ para Banamex.