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Empieza el ‘atorón’ económico en México

El 2024 tendrá una primera mitad todavía favorable en términos de crecimiento, pero el problema será el segundo semestre, advierte Víctor Piz.

Indicadores oportunos dados a conocer por el INEGI al cierre de la semana sugieren un ‘atorón’ en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana a finales de 2023.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica o IOAE correspondiente a diciembre pasado, estima que nuestra economía apunta incluso a un estancamiento en el último bimestre del año recién concluido.

En diciembre, la actividad económica habría registrado una expansión de 0.1 por ciento mensual y de 2.6 por ciento anual, mostrando desaceleración por tercer mes consecutivo y siendo el menor crecimiento desde marzo del mismo 2023.

Además, en el reporte del INEGI sobre el IOAE hay sorpresas negativas en los indicadores oportunos de noviembre.

Los niveles de actividad económica estimados para noviembre fueron revisados a la baja de un crecimiento de 0.4 por ciento mensual a una contracción de 0.4 por ciento.

Esto se habría presentado después de un retroceso observado en la economía del país de 0.1 por ciento mensual en octubre.

Quiere decir que a una contracción en la producción nacional en el décimo mes de 2023 se habría sumado otra, aún más profunda, en noviembre, así como un dinamismo cercano a cero en diciembre.

Al comparar los niveles de actividad económica de octubre-diciembre con los registrados en julio-septiembre, lo que sería equivalente a un proxy trimestral del PIB, habría un crecimiento de 0.2 por ciento.

De confirmarse, sería el menor crecimiento trimestral desde el observado entre julio y septiembre de 2021, nueve trimestres antes.

Al comparar con octubre-diciembre, pero de 2022, el crecimiento a tasa anual ajustada por estacionalidad sería de entre 3 y 3.1 por ciento, cuando un trimestre antes, en julio-septiembre de 2023, la economía avanzó a un ritmo anual de 3.3 por ciento.

“En sentido estricto, los números lo que reflejan es esta pérdida de dinamismo” en el crecimiento de la economía de México, dijo a este reportero James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CI Banco.

Una razón detrás de la ralentización es que, por sectores, el IOAE anticipa un estancamiento del comercio y los servicios en diciembre, después también de un nulo crecimiento estimado para noviembre.

Además, el indicador oportuno prevé un incremento de la industria de 0.1 por ciento en el último mes de 2023, después del retroceso de 1 por ciento observado en noviembre.

“Era insostenible que en todo el año tuviéramos crecimientos muy robustos o a los mismos niveles” que antes, asegura Salazar al acotar que 2023 “no deja de ser un buen año”.

De confirmarse las estimaciones para noviembre y diciembre, en todo 2023 la actividad económica de México habría crecido 3.3 por ciento anual, aunque con las revisiones que faltan por hacer hay margen para un crecimiento de 3.4 o 3.5 por ciento.

Pero como dice el economista de CI Banco, “no hay que cantar victoria” respecto a lo que puede pasar en 2024, pues si bien “nos sorprendimos en 2023, que fue un mejor año que 2022, hay que tener un poco de cautela para este año”.

El 2024, que es un año electoral, tendrá una primera mitad todavía favorable en términos de crecimiento, pero el problema será el segundo semestre, periodo que se puede conjuntar con una pérdida de dinamismo global, en particular de Estados Unidos.

“La evidencia empírica nos muestra que en los años electorales, generalmente una vez que se conoce el resultado (de la elección), hay un atorón en la parte, sobre todo de consumo y de inversión, porque la mayoría de los agentes económicos espera a que llegue la nueva administración para que empiece a definir sus prioridades y esto pospone muchos de los planes de inversión”, advierte Salazar.

Esa es la razón por la que, hasta ahora, en 2024, el crecimiento de la economía mexicana sería cercano a 2.4 por ciento, como lo pronostican los analistas encuestados por el Banco de México, IMEF y Citibanamex.

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