En Estados Unidos vuelven a acusar a México de incumplir el acuerdo de 2019 sobre los aranceles de la Sección 232 en las importaciones de acero y aluminio.
A los congresistas y productores estadounidenses les preocupa el incremento de las importaciones de productos de acero y aluminio procedentes de México.
El reclamo de EU también incluye la falta de transparencia en las importaciones de acero y aluminio que realiza México desde terceros países.
El viernes, en una reunión virtual, la representante comercial de EU, Katherine Tai, le advirtió a la secretaria de Economía de México, Raquel Buenrostro, sobre la reimposición de aranceles a estos productos, sin que representen una amenaza a la seguridad nacional de ese país.
Pero fueron muy diferentes los comunicados emitidos al término de la reunión por la Oficina del Representante Comercial de EU o USTR, por sus siglas en inglés, y la Secretaría de Economía sobre la reunión de sus titulares.
“La embajadora Tai enfatizó la urgente necesidad de que México tome medidas inmediatas y significativas para abordar el actual aumento de las exportaciones mexicanas de acero y aluminio a Estados Unidos y la falta de transparencia con respecto a las importaciones de acero y aluminio de México desde terceros países”, indicó la USTR.
Además, externó su insatisfacción con los resultados de las consultas de EU con México, en el marco del acuerdo de mayo de 2019 sobre aranceles de la sección 232, que se han prolongado por más de un año.
No sólo eso, sino que la USTR amaga con que, si no se aborda este incremento de importaciones de manera consistente con los acuerdos previamente establecidos, EU podría imponer nuevamente aranceles al acero y aluminio procedentes de México.
La respuesta de Economía, publicada el mismo viernes después de que se difundió la versión de la USTR, señala que Buenrostro “rechazó la falta de transparencia” y reiteró la disposición del gobierno mexicano de compartir la información que se requiera para identificar la trazabilidad de productos y combatir la triangulación en América del Norte.
En el mismo sentido, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero enfatizó en un posicionamiento que el territorio mexicano no es un puente de triangulación de productos de acero chinos hacia EU:
“Es completamente falso que exista falta de cooperación y transparencia por parte de México”, que ha colaborado abiertamente con Estados Unidos en defender a la región de Norteamérica contra la triangulación y prácticas desleales de comercio en el sector acero” expresó la Canacero en un comunicado.
Economía también propuso una agenda de cooperación que, entre otros aspectos, incluye consolidar la homologación arancelaria, la cooperación entre agencias antidumping para hacer más eficientes sus investigaciones y resoluciones, y el fortalecimiento de los mecanismos regionales de trazabilidad.
Estados Unidos levantó sus aranceles del 25 y 10 por ciento a las importaciones mexicanas de acero y aluminio, respectivamente, en mayo de 2019 durante la administración Trump.
Desde entonces EU acordó no imponer aranceles o restricciones a la importación de mercancías de México.
Pero el acuerdo establece que si las importaciones de acero aumentan significativamente más allá de los volúmenes históricos de comercio, la parte importadora puede volver a imponer aranceles del 25 por ciento.
No le falta razón al subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Alejandro Encinas Nájera, cuando dice que “siempre en momentos electorales (EU) incrementa esta presión de los sectores acereros, de sus congresistas de estados acereros”.
En efecto, se acercan las elecciones y estados productores de acero, como Ohio o Pennsylvania, pueden inclinar la balanza a favor de los demócratas si la administración Biden les da la razón en su reclamo contra México como quid pro quo.
La industria mexicana debe tener cuidado y ser más cauta, pues hay productos que han disparado sus exportaciones desde México a EU.
Lo que quieren los congresistas y productores estadounidenses es utilizar los mecanismos comerciales disponibles para limitar las importaciones de acero desde México.
Pero sería muy grave una reimposición de aranceles a los productos de acero y aluminio mexicanos conforme a la sección 232.